El legislador de Miramar, de origen renovador, que hoy revista en las filas del oficialismo provincial impulsa un proyecto de Ley en el cuál propone la concreción de un programa para pequeños productores alimenticios a los efectos de brindar asistencias efectivas que favorezcan la reactivación de las economías locales.

 

La propuesta, sometida por estas horas al análisis de las comisiones, dispone la concreción de tres figuras: las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias (PUPAS), el Registro Provincial de estas unidades productivas (RePUPAS) y la creación de un Consejo Asesor de acompañamiento y capacitación, para que se asegure la correcta fabricación, comercialización y consumo de productos de bajo riesgo epidemiológico según los parámetros del Código Alimentario Argentino.

 

Con estas medidas se busca poner a salvaguarda la salud de la población y de los pequeños productores alimenticios, al contemplar los parámetros bromatológicos.

 

“El programa PUPAS permite que pequeños productores de alimentos que se encuentran en la informalidad puedan contar con un respaldo para hacer su actividad de manera segura para ellos y para quienes los consumen”, resaltó Di Césare.

 

El proyecto busca elaborar en forma eficaz un registro de productores alimenticios a fin de contar con información precisa de sus particularidades, dimensiones y productos elaborados para afianzar los procesos de acompañamiento, y así trabajar en el valor agregado en origen que se pueda aportar.  

     

Explica el legislador massista: “Buscamos regularizar una actividad que, de hecho, existe pero que queda invisibilizada en el plano formal por la imposibilidad de cumplir con las mismas condiciones que se les exigen a los productores de gran escala”.

 

Del mismo modo, se señala con criterio que iniciativas similares se aplicaron con buenos resultados en algunos municipios.

 

El objetivo primordial que envuelve a esta solicitud de Di Césare  es la elaboración de un marco normativo que contenga a este tipo de iniciativas.

 

Un esquema legislativo que les permita a los pequeños productores desarrollarse a nivel provincial, y al mismo tiempo ampliar el espacio disponible para la venta de productos.

 

La propuesta también contempla una respuesta satisfactoria a  una dificultad recurrente con la que muchos productores tropiezan a diario: el acceso a la asistencia técnica.

 

Para paliar este déficit se propone  la creación de un Consejo Asesor compuesto por organismos del Estado Nacional que articulan insterinstitucionalmente como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) junto con los Institutos Nacionales de Alimentos (INALANMAT) y de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Tecnología Industrial (INTI), la Subsecretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Territorial de la Nación así como también las Universidades Nacionales, los Institutos de Formación Superior y cualquier otro organismo idóneo para brindar  asistencia, capacitación continua y el soporte necesario.

 

En lo concerniente al plano de la comercialización, el proyecto de Ley explora el espacio disponible para la venta de productos ya que posibilita el ingreso en el mercado formal, lugar en el cual se afianza la relación productor/consumidor. 

 

En rigor, la propuesta advierte que muchos trabajadores de la economía informal ante el desencadenamiento de la crisis económica por la irrupción del coronavirus, buscan una forma de generar autoempleo, por lo que se sostienen que Estado debe convertirse en un actor principal en la materialización de herramientas que acompañe a estos actores económicos.

 

“El beneficio de ampliar la oferta de productos alimenticios artesanales y regionales producidos por las pequeñas unidades alimenticias, termina de dar impulso al trabajo genuino basado en los principios de la Economía Social y por otro permitiendo que el Estado adquiera un rol fundamental y decisivo”, alegó el diputado.

 

A propósito de antecedentes de este tipo de iniciativas, Di Césare recordó que la ciudad de Miramar fue pionera en la implementación del Programa PUPA creando espacios de producción, comercialización y brindando capacitaciones permanentes.

 

 “En General Alvarado, el programa permitió regularizar cocinas domiciliarias con requisitos mínimos para la elaboración de alimentos, y también se prepararon cocinas comunitarias para aquellas familias que no pudieran alcanzar lo solicitado por lo precarias de sus viviendas”, enfatizó el legislador massista.