El juicio por el crimen de Ariel Albornoz debía desarrollarse a partir del 27 de marzo pasado contra la banda acusada de haberlo asesinado el 26 de diciembre de 2017 en Villa Centenario. Sin embargo, tras la emergencia sanitaria y la feria judicial, el proceso se suspendió y ahora su familia espera la reactivación de la causa. 

“Todavía no nos comunicaron la fecha, sólo nos dijeron que tenemos que esperar el fin de la cuarentena”, señaló a Política del Sur el padre de la víctima, Gustavo Albornoz, quien no pudo ocultar sus expectativas para conocer la nueva fecha, aunque explicó: “Queremos que se haga cuanto antes, pero por lo menos estamos tranquilos porque los asesinos están presos.” 

Los imputados, Miguel Pedro Pascua, Carlos Ezequiel Gómez y Matías Mansilla, afrontan la acusación por el delito de “homicidio agravado y robo agravado”. 

Los tres permanecen tras las rejas desde que fueron detenidos días posteriores al homicidio. Tanto Pascua como Gómez habían sido apresados durante varios allanamientos realizados el 29 de diciembre de ese año en Ingeniero Budge, mientras que Mansilla se entregó por sus propios medios a fines de enero del 2018. 

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Lomas de Zamora, a cargo de la fiscal Viviana Giorgi, había pedido la elevación a juicio a finales de 2018. Sin embargo, la resolución se conoció a fines de 2019. 

El hecho  

Gustavo Ariel Albornoz fue asesinado de un disparo en el tórax la noche del 26 de diciembre del 2017 en Ingeniero Budge.  

Pese a que en principio se especuló con que se trataría de un ajuste de cuentas relacionado a una disputa entre bandas, más tarde se pudo corroborar que la víctima había sido abordada con intenciones de robo por otros sujetos, cuando circulaba a bordo de su moto por la esquina de Iparraguirre y Sebastián El Cano.  

La víctima se habría resistido, por lo que uno de los asaltantes lo hirió de muerte y huyó del lugar sin concretar el robo. Según había trascendido en ese entonces, antes de morir a causa de la gravedad de la herida, el joven de 26 años trató de comunicarse por teléfono con su padre, pero no resistió.