Provincia | 14 may 2020
NUEVAS ESTRUCTURAS EDUCATIVAS
Ser docente en tiempos de pandemia
En diálogo con Política del Sur, dos dirigentes gremiales y dos docentes de Esteban Echeverría y Claypole contaron sus experiencias en las nuevas formas de relacionarse con los alumnos fuera del aula tradicional y dentro del aula digital. Las problemáticas que se revelan, las similitudes y diferencias, la necesidad de un Estado presente, la posibilidad de alternar clases presenciales y virtuales. Cómo se combinan el optimismo y el pesimismo, la creatividad y la incertidumbre, siendo protagonistas de un futuro desafiante para la enseñanza y el aprendizaje.
Arriba, Pablo Barboza y Silvia López. Abajo, Dante Boeri y Carina Román (a la izquierda de las otras docentes)
Sobrecarga de tareas y conectividad. Esas son las dificultades principales que atraviesan por igual a los y las docentes de escuelas públicas y privadas para trabajar con sus alumnos y alumnas en este contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, producto de la pandemia del coronavirus.
Si bien a la educación pública se le suma una realidad concreta como la entrega de bolsones de alimentos para las familias, no es menos cierto que a muchos colegios privados también asisten chicos y chicas que en sus casas no cuentan con más de una computadora, sólo usan un celular, tienen pocos datos móviles o no tienen Internet. Para la mayoría, es difícil encontrarle la vuelta y entender que no se trata solamente de trasladar el aula física al aula virtual. Es, seguramente, una cuestión de aprendizaje paradigmática.
En el medio de esta problemática, intervienen los sindicatos docentes para pedirles respuestas a las autoridades educativas y para exigir ser convocados a discutir en el Ministerio de Educación cómo continuar con las clases después de las vacaciones de invierno, a sabiendas de que el titular de esa cartera, Nicolás Trotta, anunció la posibilidad de alternar clases presenciales y clases virtuales.
La pública
Carina Román es maestra de primer grado en la Escuela Primaria 11 de 9 de Abril, en Esteban Echeverría. En diálogo con Política del Sur, contó que “al principio era una desesperación porque tuvieron tarea, tarea, tarea, pero porque nos exigían que diéramos mucha tarea, que (los alumnos) tenían que estar atendidos, contenidos, era una experiencia para nosotros también”. Sin embargo, comentó que eso “se fue resolviendo poco a poco” y las tareas ahora son “más didácticas, con juegos, videos sencillos”.
Además, resaltó que el trabajo se fue complicando desde lo económico porque los padres y madres “no tenían dinero como para cargar sus celulares para acceder a Internet. Entonces ahí ya los videos dejaron de ser tan solicitados y sí se entregan los cuadernillos, que los retiran cuando van a buscar la mercadería”. Ese, precisamente, es el momento en que los docentes aprovechan para tener contacto con las familias. “Es una comunidad que necesita mucho del apoyo del docente”, indicó Carina.
En tanto, el secretario general de Suteba Esteban Echeverría-Ezeiza, Dante Boeri, explicó que “los padres notaban que había una sobreexigencia en las tareas, pero que eso no era responsabilidad de los docentes, sino de la Dirección General de Escuelas”, y agregó que “con el tema pedagógico, los padres ahora más que nunca ponen en valor la importancia del trabajo docente, de la escuela pública”.
También, relató que esa sobreexigencia hacia los docentes -y en consecuencia, hacia los chicos y sus familias- “fue mermando, se fue privilegiando el vínculo con el alumno en lugar de la cantidad de tareas que se les daba”, y agregó que “los contenidos se pueden recuperar; no hay que llenar de tareas, hay que fortalecer el vínculo con las familias”.
Si bien Boeri destacó que las clases virtuales no reemplazan al docente presente físicamente en el aula, opinó que “esta pandemia demostró la importancia de las herramientas tecnológicas”, y en ese marco, consideró necesario “que el Estado empiece a proveer de computadoras a los alumnos y docentes que no tengan, y también el acceso a los contenidos digitales, que las grandes prestadoras de servicios de Internet, que ganan un montón de dinero, mientras dure la pandemia liberen los contenidos educativos y sean gratuitos”.
La privada