viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Provincia | 14 may 2020

NUEVAS ESTRUCTURAS EDUCATIVAS

Ser docente en tiempos de pandemia

En diálogo con Política del Sur, dos dirigentes gremiales y dos docentes de Esteban Echeverría y Claypole contaron sus experiencias en las nuevas formas de relacionarse con los alumnos fuera del aula tradicional y dentro del aula digital. Las problemáticas que se revelan, las similitudes y diferencias, la necesidad de un Estado presente, la posibilidad de alternar clases presenciales y virtuales. Cómo se combinan el optimismo y el pesimismo, la creatividad y la incertidumbre, siendo protagonistas de un futuro desafiante para la enseñanza y el aprendizaje.


Sobrecarga de tareas y conectividad. Esas son las dificultades principales que atraviesan por igual a los y las docentes de escuelas públicas y privadas para trabajar con sus alumnos y alumnas en este contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, producto de la pandemia del coronavirus.

 

Si bien a la educación pública se le suma una realidad concreta como la entrega de bolsones de alimentos para las familias, no es menos cierto que a muchos colegios privados también asisten chicos y chicas que en sus casas no cuentan con más de una computadora, sólo usan un celular, tienen pocos datos móviles o no tienen Internet. Para la mayoría, es difícil encontrarle la vuelta y entender que no se trata solamente de trasladar el aula física al aula virtual. Es, seguramente, una cuestión de aprendizaje paradigmática.

 

En el medio de esta problemática, intervienen los sindicatos docentes para pedirles respuestas a las autoridades educativas y para exigir ser convocados a discutir en el Ministerio de Educación cómo continuar con las clases después de las vacaciones de invierno, a sabiendas de que el titular de esa cartera, Nicolás Trotta, anunció la posibilidad de alternar clases presenciales y clases virtuales.

 

La pública

 

Carina Román es maestra de primer grado en la Escuela Primaria 11 de 9 de Abril, en Esteban Echeverría. En diálogo con Política del Sur, contó que “al principio era una desesperación porque tuvieron tarea, tarea, tarea, pero porque nos exigían que diéramos mucha tarea, que (los alumnos) tenían que estar atendidos, contenidos, era una experiencia para nosotros también”. Sin embargo, comentó que eso “se fue resolviendo poco a poco” y las tareas ahora son “más didácticas, con juegos, videos sencillos”.

 

Además, resaltó que el trabajo se fue complicando desde lo económico porque los padres y madres “no tenían dinero como para cargar sus celulares para acceder a Internet. Entonces ahí ya los videos dejaron de ser tan solicitados y sí se entregan los cuadernillos, que los retiran cuando van a buscar la mercadería”. Ese, precisamente, es el momento en que los docentes aprovechan para tener contacto con las familias. “Es una comunidad que necesita mucho del apoyo del docente”, indicó Carina.

 

En tanto, el secretario general de Suteba Esteban Echeverría-Ezeiza, Dante Boeri, explicó que “los padres notaban que había una sobreexigencia en las tareas, pero que eso no era responsabilidad de los docentes, sino de la Dirección General de Escuelas”, y agregó que “con el tema pedagógico, los padres ahora más que nunca ponen en valor la importancia del trabajo docente, de la escuela pública”.

 

También, relató que esa sobreexigencia hacia los docentes -y en consecuencia, hacia los chicos y sus familias- “fue mermando, se fue privilegiando el vínculo con el alumno en lugar de la cantidad de tareas que se les daba”, y agregó que “los contenidos se pueden recuperar; no hay que llenar de tareas, hay que fortalecer el vínculo con las familias”.

 

Si bien Boeri destacó que las clases virtuales no reemplazan al docente presente físicamente en el aula, opinó que “esta pandemia demostró la importancia de las herramientas tecnológicas”, y en ese marco, consideró necesario “que el Estado empiece a proveer de computadoras a los alumnos y docentes que no tengan, y también el acceso a los contenidos digitales, que las grandes prestadoras de servicios de Internet, que ganan un montón de dinero, mientras dure la pandemia liberen los contenidos educativos y sean gratuitos”.

 

La privada

 

Silvia López, por su parte, es profesora de Educación Artística en el Instituto Buenos Aires, en Claypole, y se mostró menos optimista en relación a los cambios bruscos que la irrupción del Covid-19 obligó a hacer al sistema educativo. Consideró: “Estamos todos a prueba y error, y hasta ahora creo que no le estamos encontrando la vuelta, hay que ser muy creativos.”

 

Para ella, “si el objetivo es hacer como que todo sigue igual y la escuela sigue abierta, no es cierto, porque quedan evidenciadas las dificultades y las diferencias sociales por las que estamos atravesados”, también en referencia, entre otras cosas, a las posibilidades de sus alumnos para utilizar herramientas digitales. Es que, señaló, “es cierto que hay un poco de mejores condiciones (en la escuela privada), pero tampoco tanto, porque vos ves cómo se va desgastando todo el engranaje económico”.

 

En cuanto al tiempo que le lleva organizar los trabajos y contactarse con los chicos, Silvia opinó que “es una maratón”, porque empieza a las siete y media de la mañana y a veces a las diez de la noche “todavía estás contestando preguntas, corrigiendo”. “Estamos todos con los horarios cambiados”, dijo. Por eso, señaló que “alguna manera tenemos que encontrarle para que esta autoexplotación no nos enferme”, advirtió, aunque admitió que “es difícil salir de las estructuras”.

 

Sumado a esta situación, sostuvo: “Hay una falta de relación muy profunda con el deseo de saber en estos tiempos y no estamos pudiendo llegar a los chicos, y menos ahora, que no los tenemos enfrente para persuadirlos. Que pase esto es un retroceso importante porque nos aleja mucho otra vez. Es una cuestión más de un acompañamiento humano que de cumplir con tareas y tareas, qué les pasa a los chicos con todo esto.”

 

En lo suyo, el secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) delegación Lomas de Zamora, Pablo Barboza, también indicó que en el gremio están “preocupados por el tiempo de trabajo que se está tomando y la sobreexposición de los docentes”, y coincidió en que los alumnos de este sistema educativo “también padecen la falta de computadoras o de elementos tecnológicos”.

 

Por eso, en el afán de “no sobreexponer a los docentes estando tanto tiempo sin un horario específico”, el dirigente contó que su gremio realizó una encuesta nacional a 8000 docentes “en la que se individualizó las situaciones que le competen al trabajador, la sobrecarga, la ergonomía, las presiones en algunos lugares, a veces los malos tratos, los tiempos de zozobra”. “Es para volcarlo a la salud propia”, agregó. Sumado a esa acción, relató que el SADOP también dialoga con las cámaras que aglutinan a las escuelas privadas.

 

Sobre la propuesta del Gobierno de dictar clases alternadas, no la descartó como una buena alternativa, al opinar que “lo virtual es un complemento más, y todo lo que se pueda innovar para mejorar esta situación y para la salud del trabajador docente, es bienvenido”.

 

“Nosotros vemos como docentes que nuestro elemento primordial es trabajar frente a los alumnos, pero los docentes también lo están haciendo muy bien en esta situación, aunque teniendo en cuenta la problemática de la conectividad, de que a lo mejor no tenemos las computadoras, se corta la luz o no anda Internet”, observó.

 

 Y concluyó: “Ahí sumo a todo el colectivo docente, que le pone garra y todo tipo de responsabilidad.”

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