El Estado Nacional ya invirtió más de 160 mil millones de pesos en asistencia social para enfrentar la pandemia del Coronavirus. Esto fue detallado por un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda.

Si se compara con otras medidas similares que se tomaron en la región como consecuencia de la crisis sanitaria, vemos que Argentina es el país que más dinero (en dólares) entregó por familia, encima de Brasil, Chile, Perú, Venezuela y Colombia.

?‍?‍? La implementación del Ingreso Familiar de Emergencia cubre mayoritariamente a las y los trabajadores en contextos de informalidad.

‼️ Este es el segmento del mundo del trabajo que se ve afectado de manera más directa por las consecuencias de la pandemia.? pic.twitter.com/kNhuwcPhd5

— Economía en UNDAV (@EconomiaenUNDAV) May 12, 2020

Una gestión de gobierno inspirada en el principio de preservación de la salud de la población y la necesidad de atender las necesidades de todos los sectores, especialmente aquellos más vulnerables, debe hacerse presente a través de medidas estatales de redistribución de los recursos. En Argentina, las transferencias económicas ante la pandemia alcanzaron a un 62,4 por ciento del total de los hogares.

Desde que se impuso la cuarentena, el Gobierno lleva invertido a través de la Administración Nacional de la Seguridad Socia (Anses) cerca de 162 mil millones de pesos (0,8 por ciento del Producto Interno Bruto de 2019). La Anses, ente descentralizado dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación, canalizó la implementación de las medidas paliativas de la crisis económica.

La medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio, establecida por el decreto de Poder Ejecutivo Nacional 297/2020 establece que ningún ciudadano puede salir de su domicilio más que a proveerse de los bienes necesarios en los comercios de cercanía, como forma de detener la circulación del virus Covid-19.

Debido a las características de la estructura del empleo en la Argentina, la cantidad de trabajadores informales y la de trabajadores de bajos y muy bajos ingresos abarca un segmento importante de la población económicamente activa. Este es el segmento que se ve afectado de manera más inmediata por las medidas sanitarias de restricción.

Se hizo necesaria una medida que atendiera a esa amplísima franja de la población de extrema vulnerabilidad ante la medida de aislamiento. En ese sentido, se estableció por el decreto 310/2020 del 23 de marzo pasado la implementación de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).