viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Temperley | 11 may 2020

PRIMERA NACIONAL

Sebastián Cobelli y el recuerdo del 3-0 en cancha de Los Andes: “Fue paseo del Cele”

El ex delantero de Temperley recordó su paso por el Gasolero, aquel clásico ante Los Andes, su pelea con la dirigencia y el crecimiento del club. También, cómo es que fue a la playa en tanga. ¡Reviví la anécdota!


Si bien no estuvo mucho tiempo en Temperley, la gente del Gasolero le tomó mucho aprecio, tras aquel 22 de agosto del 2010 en donde le puso firma a dos de los tres goles que el Celeste metió en la goleada 3-0 ante Los Andes en el Gallardón. Estuvo una sola temporada, pero el recuerdo en Turdera es imborrable. Aquellos dos goles, el festejo de los anteojos y la pelea con la dirigencia son varios de los ejes en una linda charla de Sebastián Cobelli con Deportes del Sur.

- ¿Qué recordás de aquel clásico?

- De ese partido recuerdo todo, habíamos ido a concentrar a Cañuelas, fue a la mañana y nos despertaron como a las siete de la mañana para ir a la cancha. A mí me gustaba jugar los partidos de noche para dormir siesta. Se fueron juntando muchas cosas, el jugar de visitante y arrancar a hacer la entrada en calor, que te insulten durante esa media hora y muchas cosas más. Tuvimos la suerte de jugar muy bien, más allá de mis dos goles. Por momentos fue paseo del Cele en todos los sectores de la cancha.

- ¿Cómo nació el festejo de los anteojos?

- Fue porque hubo uno que me estuvo insultando la media hora de entrada en calor, muy violento, muy hacia mi persona. Había mucha gente, pero el que se acercaba a putear era uno, era muy violento y era personalmente hacia mí. En el partido uno se olvida, pero cuando convertí lo fui a buscar porque lo sentí como una forma de descargarme. Sabía quién era, me acuerdo hasta el día de hoy que tenía un pullover color salmón, los anteojitos me los acuerdo también. Lo gracioso fue cuando terminó el partido, me preguntaron por ese festejo y les comenté que había un hombre de color salmón, con anteojitos, que estaba enojado conmigo porque había tenido una relación con su señora cuando estaba casado. Nunca más me lo crucé.

- ¿Ahí nació el cariño a Temperley?

- A partir de ese partido arrancó el amor de esa gente hacia mí, ahora es mutuo. Después fui convirtiendo más goles, adaptándome un poco más a la división, era mi primer año que jugaba en la B Metropolitana. Si bien fue una fiesta después del partido, la fiesta fue en nuestro estadio. Cuando pasamos por el bajo nivel no se podía pasar de la gente que había, el recibimiento fue espectacular.

- ¿Qué es lo que más recordás de tu paso por Temperley?

- Haber ido contra la dirigencia. Me habían hablado de que llegaba a un club grande, que estaba desordenado, que las gestiones anteriores y qué se yo. Al pasar de los días, me di cuenta que la gente que estaba era nefasta. Yo tengo en el taller una bandera colgada de la gente del Cele que dice "El tiempo te dio la razón", porque fui el primero que dio la cara en contra de los dirigentes.

- ¿Cuáles fueron los problemas principales en ese momento?

- Siempre fui políticamente incorrecto, no iba a decir una cosa que no pasaba. El complejo de Chapdmalal era horrible, era un lugar donde no se podía concentrar, lo dije y se enojaron. Comíamos mal, el descanso no era bueno y no era un lugar para hacer una pretemporada un plantel al que después se le exigía como al mejor plantel de la liga española. Dormíamos como unas ratas y después supuestamente teníamos que rendir el domingo como un equipo de Guardiola. Alguno se habrá enojado, pero no me importó. A raíz de todos esos idas y vueltas, se sumó el interés de Estudiantes de Caseros y no me dejaron ir. Las cosas que tenía que decir las dije. Yo estaba afuera del equipo, me daba lo mismo, pero le mostraba a la gente cosas que pasaban que no estaban enterados. Ellos no sabían que había pibes que no comían, que no dormían o que no cobraban. Yo dije todo eso, se enojaron, a la gente le quedó en la cabeza y a raíz de todo eso no están más en la familia celeste.

- ¿Cuánto te perjudicó haber hablado mal de los dirigentes?

- El único perjudicado fui yo por las cosas que dije, me sacaron del equipo y no jugué más. Nadie es más importante que el club, los ídolos son respetables, pero no están por encima de la institución. Me perjudiqué, podría haber seguido jugando, pero mi granito de arena sirvió para que el club se saque de encima a gente que le hacía mal. Cuando veo cómo está el club hoy, me hubiese encantado jugar mal. Por ahí las vueltas de la vida hacen que me reencuentre con el club.

- ¿Sentís que sirvió haberse plantado en ese momento?

- Lo mío fue un granito de arena que sumó para que esta gente no esté más, para que el Cele vuelva a estar en ese lugar. A raíz de eso se ganaron campeonatos, ascensos y se jugó en Primera División, que es donde el club tiene que estar. Eso es lo que más recuerdo, cargarme yo el tema de pelearme con los dirigentes y que sean cuestionados y no estuvieran más al mando del club. Yo no saqué a los dirigentes, pero no le iba a mentir a la gente, yo contaba lo que pasaba. Los chicos no cobraban y había gente que firmaba contratos y se quedaba con porcentajes. La gente empezó a prestar atención y se pudieron ir del club.

- ¿Qué es de la vida de Sebastián Cobelli en la actualidad?

- No estoy ligado al fútbol, terminé la carrera de técnico, pero no es el momento para dirigir. Hoy te peleás con los hinchas, dirigentes, oposición, redes sociales y muchas cosas. Tengo a los peques en el colegio y si me llaman de una provincia tengo que llevar a los chicos para allá. Pierdo tres partidos, me boletean y no me puedo quedar anclado allá. Si bien en algún momento voy a dirigir por ahora hago muebles en casa, tengo un tallercito chiquitito con la bandera de "El tiempo te dio la razón".

- ¿Cómo fue que tu esposa (Fernanda Vives) te encontró una tanga en tu auto?

- La vergüenza la perdí hace mucho. Boludeé con mi señora y pensé que me iban a joder, pero salió en todos los noticieros, radios y demás poniendo mi foto entangado. Todos los comentarios fueron masculinos, las mujeres no me tiraron un solo centro. Tuve 30 invitaciones de pibes para cuando vuelva de las vacaciones. Me cago de risa, mucha gente no entendía. Pensé que no iba a ser para tanto, pero me llamó gente de todos lados, si era mía o era un conflicto de pareja.

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