En Burzaco lo aman, se desviven por él. Sebastián Contreras, ex jugador del Azul, hoy está jugando en el Unión Omaha de la tercera división del fútbol estadounidense. En una profunda entrevista, contó cómo vive la cuarentena, estar lejos de la familia, su recuerdo en San Martín y la posibilidad de dejar el fútbol y de volver.

- ¿Cómo se transita la cuarentena en Estados Unidos?

- Acá es un poco más relajado. Si bien no podemos salir de nuestras casas, al ser una ciudad bastante boscosa nos dejan ir a correr y hacer actividad física, pero no podemos entrenar con el plantel. Una de las últimas medidas es que el auto se usa sólo con autorización y a partir de ahí cada vez hay menos tráfico en la calle, pero está todo bastante más tranquilo que en Argentina.

- ¿Cómo se vive una situación así lejos de tu familia?

- Si bien yo soy frío, es una situación muy difícil. Por momentos querés volverte, no encontrás motivación acá porque el fútbol es muy distinto. Por suerte tengo a mi novia y a mi hijo, y entre todos nos ayudamos para sacar la situación adelante.Yo tomé la decisión de venir acá hace un año y medio por el bienestar y la educación de mi familia, y tenemos que saber aguantarlo.

- ¿Cómo surgió la decisión de ir a jugar allá?

- Después de mi paso por CADU, en el que rescindimos de común acuerdo porque yo seguía jugando torneos por plata, un técnico vio un video mío y me quiso llevar al club que se llama "El Paso". No sabíamos cómo comunicarnos porque no hablo una palabra en inglés, pero tenía que agarrar sí o sí, era un cambio de vida muy importante.

El club El Paso Locomotive milita la segunda división del fútbol de Estados Unidos, la USL Championship, y llegó a jugar una final el campeonato pasado, en la que salió derrotado. Luego de eso, Contreras dejó el club a instancias del técnico, que trajo varios refuerzos extranjeros.

- Te fuiste de El Paso, ¿y cómo llegaste al Unión Omaha?

-Cuando me dejan libre de El Paso, me fui de vacaciones y tuve propuestas de varios clubes, pero ninguna se terminaba de dar. Estuve a tres días de dejar el fútbol, pero me llamó mi representante con una oferta del Unión Omaha y ni lo dudé. Estuve dos amistosos a prueba y el técnico me dijo que estaba loco porque jugué demasiados minutos, pero yo me quería quedar. Ahí me ficharon y hoy estoy jugando acá.

Cabe destacar que el Unión Omaha es un club nuevo, que milita en la USL League One, es decir, la tercera división del fútbol Yankee. Algo así como la Primera B Metropolitana de Estados Unidos.

- ¿Qué diferencias encontrás entre el fútbol argentino y el estadounidense?

- El fútbol estadounidense es más táctico, dependés mucho del mano a mano. Si en el mano a mano sos bueno, vas a triunfar acá, pero se practica mucho jugar por abajo, algo que en Argentina no pasa. Podemos estar un entrenamiento saliendo desde el área con los dos centrales sin que ellos despejen. La diferencia también está en la presión. Acá los hinchas vienen a un show, el fútbol queda en segundo plano, no es indispensable para ellos, vienen a comer panchos y a tomar cerveza. Serán 200 hinchas los que ven jugar al equipo realmente sintiendo el partido. Es otra cosa, a mí no me gusta, no me siento cómodo.

- ¿Como sentís el fútbol allá?

- Para mí es un sufrimiento, no me siento cómodo. El técnico me pide opinión sobre el equipo y luego traslada mi opinión a las indicaciones que da, es muy raro todo. Acá si perdés un partido, los jugadores quieren ir a tomar cerveza, yo no puedo hacer eso, yo tengo el chip de que si pierdo no puedo salir de mi casa. El primer técnico que tuve me dijo que me quería para ser referente de los chicos y aconsejarlos, y yo no soy así, yo hago mi trabajo lo mejor que puedo, pero no estoy para ser tutor de las promesas que hay acá. En Estados Unidos hay mucho amiguismo, juega el amigo del técnico de titular por más que no sea bueno.

- ¿Te dan ganas de pegar la vuelta?

- Todo el tiempo, lo pienso constantemente. Pero no puedo tomar el impulso de irme porque mi familia está muy cómoda acá, vive completamente distinto, está en juego la educación de mi hijo, son cosas muy importantes. Yo acá el fútbol lo tomo como un trabajo, no me divierto jugando porque no tiene presiones el fútbol de acá. Es otra cosa.

- ¿Y tiene fecha de vencimiento tu estadía en Estados Unidos?

- Yo creo que sí, no sé cuánto más voy a aguantar acá. El motivo por el que sigo es mantener a mi hijo y la calidad de vida que tengo, es completamente distinta a la de Argentina.

- De pegar la vuelta, ¿a qué club lo harías?

-A San Martín de Burzaco. Lo dije siempre, es el único club de la Primera C en el que jugaría.

- ¿Qué tan cerca estuviste de volver en este mercado de pases?

- Lo mío dependía de Dani Stechina (el técnico en ese momento). Dani es un hermano para mí, y estando él como director técnico, yo no tenía problema en pegar la vuelta si no me salía nada en Estados Unidos, pero justo se dio su salida, que para mí fue inesperada, y ahí descarté mi vuelta.

- ¿Tenés ganas de pegar la vuelta?

-Siempre, San Martín es un club en el que disfruté mucho, la gente me tomó mucho cariño y yo a ellos. Es una de las cosas que quiero volver a hacer, jugar en San Martín y buscar el ascenso en un futuro no tan lejano.