jueves 04 de septiembre de 2025 - Edición Nº2465

Policiales | 11 mar 2020

LA CAUSA NO TIENE DETENIDOS

El dolor de una familia y una perdida impune: “El asesino sigue dando vueltas alrededor de mi casa"

Ya pasaron más de dos meses de la Nochebuena trágica en la que falleció David Benítez y su recuerdo sigue tan vigente como el reclamo de justicia de su familia, que abrió las puertas de su casa para una entrevista exclusiva con Política del Sur. “No es una bala perdida, es una vida perdida”, expresó su esposa.


Mientras la gente festejaba la Navidad el 25 de diciembre pasado, dentro de la sala de guardia de la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Villa Fiorito, una familia lloraba sin consuelo la muerte de un hombre de 30 años que perdía la vida de manera trágica, a causa de una bala perdida que le atravesó el cuello y provocó su deceso pocos minutos después de ingresar al centro de salud

David Benítez festejaba la Nochebuena junto a sus seres queridos en la casa donde vivía con su pareja y los tres hijos de ambos, cuando salió al patio de la propiedad ubicada en el barrio de Villa Albertina, en Lomas de Zamora, para cuidar a una de las criaturas que se divertía con cañitas voladoras. Habían pasado pocos minutos de las 12 de la noche y todo transcurría normalmente, hasta que, de repente, entró a la sala tomado del cuello.  

“Ma, me dieron un tiro”, le dijo a Carina, su mujer, que todavía tiene escalofríos al recordar la tragedia. El resto de la historia es conocida: Al dolor por la pérdida de David, se le suma la injusticia. A pesar de que pasaron más de dos meses, la causa sigue sin detenidos a pesar de que, durante las primeras horas de la investigación, el fiscal a cargo del caso ordenó el arresto de un vecino, que fue liberado poco más tarde “por falta de pruebas”.

La ausencia del Estado tampoco ayuda. La falta de apoyo psicológico hace más difícil la cuestión

Desde entonces, los familiares de la víctima emprendieron el difícil camino para tratar de reconstruir sus vidas, sin dejar de lado el reclamo de justicia, que sigue tan vigente como el recuerdo de David, presente en cada rincón del hogar que el mismo construyó y cuyas paredes tienen sus fotos. “Cuando llegamos, acá no había nada. Él construyó todo”, cuenta Carina Benítez a Política del Sur, que abrió las puertas de su vivienda, con una remera con la cara de su esposo.  

A la mujer se le hace difícil hablar, pero se arma de valor. Quiere visibilizar el caso y que la gente conozca su historia “para que no le pase a nadie más”. “Lo que le pasó a David le pudo pasar a cualquiera. Acá mucha gente dispara al aire en las fiestas”, dice. Está acompañada de su cuñada, quien se suma a la entrevista. “Nos arruinó la vida a todos. El más chico de los nenes nos pregunta todo el tiempo por su padre y nos rompe el corazón”, comenta con la voz quebrada. 

El chico al que hace mención es fruto de 11 años de relación entre Carina y David. El lunes empezó el jardín de infantes sin la presencia de su papá, de quien heredó el fanatismo por River Plate, cuyos colores decoran las paredes de la casa. Una banda roja cruza de manera vertical el fondo de una pared blanca donde la víctima estaba apoyada cuando recibió el disparo. “Acá le dieron el tiro”, advierte Carina. 

En medio de la charla, se abre una incógnita. La pericia balística, cuyo resultado se conoció recientemente, determinó que el proyectil alojado en el cuerpo del fallecido corresponde al calibre de un arma 9 milímetros. Mismo que las balas encontradas por la Policía Científica en los peritajes en la zona y durante el allanamiento en el domicilio de Pablo Landriel, imputado por tenencia ilegal de arma de guerra que permaneció aprehendido algunos días. Sin embargo, serían de “otro tipo”. 

La sospecha comenzó con la primera visita de los efectivos de la Comisaría de Villa Centenario en la casa. “¿Ustedes tienen vecinos policías?”, preguntó uno de los oficiales que se hicieron presentes, lo que sembró el interrogante. ¿La bala homicida era del arma reglamentaria de un integrante de la fuerza? Esa respuesta está pendiente, aunque la familia Benítez no descarta esa hipótesis. “Acá está lleno de vecinos policías”, manifestaron. 

 

El sospechoso 

Por ahora, la causa permanece sin novedades, a la espera del análisis de cámaras de seguridad privadas de varias cuadras alrededor de la casa de David, debido a que la zona carece de filmaciones municipales. Por el daño producido en la víctima, el radio estimado de donde fue efectuado el disparo sería de 400 metros

Mientras la familia despedía a David, la Policía allanaba la casa de un vecino señalado por gente del barrio por “festejar” a los tiros. Se trata del imputado Landriel, quien se habría filmado efectuando disparos al aire y publicado los videos en su facebook. En su propiedad, secuestraron armas y balas de diferentes calibres sin la autorización reglamentaria. No obstante, el sospechoso fue excarcelado y se encuentra en libertad. “Nos provoca todo el tiempo cuando pasa con el auto. Ya hicimos la denuncia”, expresó la viuda a este medio. 

El hecho coincidió con la feria judicial en los Tribunales. Por ende, tuvieron que esperar hasta que se retomen las tareas en el edificio ubicado en Larroque y Camino Negro para llevar a cabo una manifestación en la puerta del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. De otra manera, afirman, “el fiscal no te recibe”. El Representante del Ministerio Público al frente del caso es Gustavo Caram, de la UFI 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. 

“El asesino sigue dando vueltas alrededor de mi casa, porque es un vecino. Ya no se puede vivir con eso. Pienso todas las noches en eso y mis hijos lloran por su papá. A él ya no lo tengo más, pero quiero que el culpable pague por lo que hizo, porque no es una bala perdida, es una vida perdida”, señaló Carina. 

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