Mientras se desarrolla el juicio oral en los Tribunales de Lomas de Zamora, Silvia Pérez Vilor, madre de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años hallada asesinada en la reserva Santa Catalina de Llavallol en 2017, analizó el avance de las últimas audiencias, donde se juzga a dos personas por el femicidio de su hija. “Esto es bastante torturante, tenemos que esperar que termine esto para seguir con el otro imputado”, sostuvo respecto a lo que vive cada día que avanza el juicio. Además, defendió el testimonio del adiestrador del perro que rastreó a la casa de Marcos Bazán, juzgado en este primer proceso.

“El instructor Diego Tula fue aberrantemente hostigado, él se mantuvo siempre se postura e informó el trabajo técnico del perro. Tenía todas las acreditaciones y su proceder intachables”, remarcó Pérez Vilor. La mujer remarcó que “el olfato del perro es absolutamente imparcial, sabemos que no miente”. “También se comprobó que la casa de Bazán estaba rodeada de Borax, que es un compuesto químico para que los perros no puedan tener el olfato”, agregó.

El caso conmocionó a la región, y se volvió otro de los emblemas del movimiento #NiUnaMenos. “Yo sé que Anahí fue a parar a manos de psicópatas, pero no sé cómo ni por qué. Especulo con una posible trata de personas, no entiendo cómo fue a parar a manos de ellos”, dijo. En cuanto al proceso, aseguró que “no confío en la policía”. “Me hacen ruido cosas del ex novio de Anahí. Él publicó en Facebook que sabía la verdad y quiénes eran los culpables, lo llamaron a declarar y dijo que la culpable de todo era yo”, denunció. Al respecto, explicó que esta persona “me involucró con un tráfico de medicamentos en el hospital, un delirio. Dijo que Anahí estaba enojada conmigo por eso. No fue capaz de explicar lo que puso en Facebook”.

“Anahí tuvo los mismos amigos siempre, luego de estar dos meses de novia con este chico, la mataron. Quedó claro que su declaración no convenció a nadie”, remarcó. Además, Pérez Vilor se preguntó “por qué los chicos del ENAM fueron a buscar a Anahí a Santa Catalina”. “Les preguntaron si fue sola a Santa Catalina y dijeron que no. Si fue siempre en grupo, ¿Por qué pensaron que estaba ahí?”, sostuvo. Por último, apuntó a un posible “acto de silencio entre los chicos del ENAM”, que “quisieron ocultar algo porque no lo quieren contar”.