jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Provincia | 5 feb 2020

DEUDA BONAERENSE

No hubo acuerdo con los acreedores del BP21, pero Kicillof se comprometió a pagar con recursos propios

Después de idas y vueltas, mejoras de ofertas y extensiones de plazos, el gobierno de la provincia de Buenos Aires no logró alcanzar el 75 por ciento de adhesiones del conjunto de tenedores del BP21. Lejos de decretar el default y con fuertes críticas a los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, el titular del Ejecutivo provincial, Axel Kicillof, decidió hacer frente a los pagos con recursos propios, tal como si hubiese sido el 26 de enero. No obstante, el hecho plantea una fuerte reestructuración de la deuda.


Por: Walter Sosa

El acuerdo entre Provincia y los acreedores del BP21 no pudo ser. La adhesión a la postergación del pago del bono que vencía el 26 de enero obtuvo solamente una aceptación de un poco más del 50 por ciento de acreedores, cuando el número mínimo necesario para extender el plazo de pagos hasta mayo era del 75 ciento de aprobación. El gobernador Axel Kicillof remarcó que "es impagable el esquema de la deuda que viene de la gestión anterior".

Kicillof apuntó contra Macri y Vidal al afirmar que esa anterior gestión dejó "una situación de insostenibilidad de la deuda, con vencimientos y montos que la hacen impagable". Las complicaciones por el pago del bono soberano 2021 guardan relación con la crítica situación financiera que María Eugenia Vidal le dejó a Kicillof: en sus cuatro años de gestión, la exmandataria de Cambiemos quintuplicó la deuda bonaerense e hizo que su relevancia en dólares sea un elemento altamente vulnerable para las finanzas bonaerenses. De hecho, sólo durante el primer mes del año la gestión Kicillof tuvo que hacer frente a una deuda de 750 millones en divisa norteamericana. Y el número representa apenas casi una tercera parte del vencimiento en verde que tiene que pagar este año.

La estrategia de Kicillof había sido criticada por ajenos y elogiada por propios. En el grupo de los primeros se encontraba el senador de Juntos por el Cambio José Andrés de Leo, quien había sostenido que “la estrategia era absolutamente equivocada” y que el Ejecutivo “contaba con los fondos para hacer frente a los pagos”.

En el caso de los propios, el titular de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, bregó por cumplir con los compromisos, “pero con los y las bonaerenses adentro”. En este sentido, indicó que no se podía gobernar “sólo para los bonistas” y que era menester satisfacer la demanda interior, que tiene que ver con las problemáticas sociales que están padeciendo los habitantes del territorio bonaerense.

En este marco, Kicillof detalló que Provincia consiguió “la adhesión de más de 200 pequeños bonistas”. “Hoy tenemos manifestaciones que incluyen a los bonistas individuales y al grupo, que supera el 50 por ciento”, indicó.

El fondo que más puso trabas fue Fidelity, el más grande de Estados Unidos y con el cual las relaciones con Provincia eran mayores. De haber alcanzado acuerdo con este, se hubiera podido superar ese 75 por ciento requerido de acreedores.

Esquema de reestructuración

La falta de acuerdo, si bien plantea el pago del vencimiento del BP21 tal como si nada hubiera ocurrido antes del 26 de enero, también establece una serie de puntos a tener en cuenta en materia de reestructuración de deuda.

El gobierno de Kicillof pagará los vencimientos relativos al BP21 con fondos propios. El restante de lo que se debe en moneda extranjera entrará en un proceso de reestructuración. "El esquema de la deuda que viene íntegramente de la gestión anterior es impagable. Algo parecido a lo que ocurre a nivel nacional", señaló el mandatario bonaerense.

“Lo que tenemos que hacer entre todos es buscar una solución lo menos cruenta posible, a eso responden los programas. La Provincia siempre trató abiertamente de buscar una solución de buena fe, hablamos con todos los bonistas, iniciamos ese proceso y les propusimos posponer el pago que vencía el 26 de enero”, remarcó.

Cabe señalar que Provincia no entrará en cesación de pagos, pero con este hecho se deja sin efecto el pedido de “primero necesitamos crecer para poder pagar”.

No habría crísis financiera bonaerense, pero habrá que tener en cuenta cómo esta negativa repercute en la negociación de la deuda con el FMI y acreedores privados a nivel nacional.

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