El domingo 29 de diciembre se cumplió un nuevo aniversario del hallazgo del cuerpo sin vida de Inmaculada Concepción Núñez, más conocida como “Evelyn” por sus seres queridos. A pesar del paso del tiempo, la causa, que ya lleva dos años de investigación, sigue sin detenidos. 

“Lamentablemente, la Justicia no hace nada y todavía los asesinos siguen libres impunemente”, había expresado semanas atrás a Política del Sur el hijo de la víctima, Gabriel Ávalos, quien advirtió en ese momento que si no había avances en esta fecha, convocaría a realizar nuevas marchas para visibilizar la protesta contra la falta de avances. 

Además del dolor por el asesinato de su madre en circunstancias que todavía no fueron esclarecidas, Gabriel tuvo que afrontar no solamente el reclamo de justicia, sino que también tuvo que hacerse cargo de mantener a sus hermanos menores de edad, debido a que todavía no fueron alcanzados por la Ley Brisa.  

Pese a todo ello, su lucha sigue firme y promete no bajar los brazos. “Voy a empapelar en todas partes con la cara de los fiscales que no hacen nada para que se descubra quién mató a mi mamá”, había manifestado a este medio. 

Los principales reclamos del entorno de Evelyn son que se le haga una nueva autopsia al cadáver, que se indague en las últimas conversaciones en el celular de la víctima y se vuelva a tomar declaración a los testigos que estuvieron con ella durante los últimos momentos en que se la vio con vida. 

El cuerpo de la mujer se encontró el 29 de diciembre del 2017 cerca de las 8 de la mañana entre Diagonal 55 y 59, en Santa Catalina, luego de que permaneciera dos días desaparecida. Se supo que Núñez había enviado un audio a seis cuadras de distancia de donde fue hallada. Sin embargo, no se habrían peritado las llamadas y conexiones con otros contactos. 

La causa, que pasó de ser caratulada de “homicidio” a “femicidio”, está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora y por ahora no tiene detenidos ni pruebas concretas para conocer la identidad de los autores del crimen.