No pudo ser mejor el desenlace de la historia entre Racing y Eduardo Coudet. Luego de haber obtenido la Superliga 2018-2019, enfrentó a Tigre en el José María Minella y se llevó una merecida victoria por dos a cero para cerrar un año victorioso.

En un día especial para el pueblo racinguista, ya que se cumplía un nuevo aniversario del heptacampeonato logrado en el amateurismo, el equipo estuvo a la altura y además consiguió otro hito para la Academia: Festejar por segunda vez en un mismo año un nuevo título. Ocasión que no ocurría desde el Racing de Juan José Pizzutti de 1967, cuando Racing se adjudicó la Copa Libertadores e Intercontinental.

Si bien después del título de la Superliga, el conjunto académico sufrió altibajos en el actual torneo doméstico, ante Tigre salió a relucir toda su autoridad y la categoría de un equipo que tiene jerarquía en todas sus líneas. Más allá de toparse con un elenco que milita en la Primera Nacional, el encuentro se presentó con dificultades en el inicio.

Fue un triunfo para Racing que le permite soñar con la confección de un nuevo equipo. Los dos que se destacaron en la noche marplatense fueron los que estaban en el debe en cuanto a sus actuaciones. Los refuerzos Walter Montoya y Matías Rojas fueron de lo mejor de la Academia y participaron en ambas conquistas. En el primer tiempo hicieron dos goles idénticos: pase de Jonatán Cristaldo, desborde del ex Rosario Central y pase para que el paraguayo convierta sin oposición. Desde sus pies, el equipo tomó confianza y levantó su nivel.

El nivel de Racing, de mayor a menor

Durante la primera media hora de juego, a Racing le había costado ser protagonista del encuentro. Como lo había hecho en los partidos por la actual Superliga, se podía ver una versión de un conjunto apático, largo y sin peso ofensivo. Tigre, con algunas pelotas paradas, había asustado. Fue a la media hora de juego, cuando el contragolpe explosivo marcó la diferencia para el uno a cero y llevo tranquilidad a los corazones albicelestes que coparon Mar del Plata. Con la explosión en la garganta de Rojas se fueron todos los fantasmas. Racing tomó el protagonismo del partido y obtuvo diferencias.

El segundo tiempo mostró a una Academia replegada y con menor posesión de pelota. En los primeros minutos se pudo poner 3 a 0 con un zurdazo de Cristaldo al borde del área chica. También pudo haber sufrido el descuento de Tigre con un remate de Sebastián Prediger que reventó el travesaño de Gabriel Arias. Todo eso ocurrió en los primeros 20 minutos. Los cambios del “Chacho”, quien sumó un volante de marca y un central, sumados a la expulsión de Prediger terminaron de definir el título.

De esta manera, la Academia alcanzó un nuevo título y la felicidad fue enorme para Coudet, quién se despidió con dos títulos bajo el brazo y el plantel de vacaciones con una última alegría.

El 2020 encontrará a Racing con la ilusión de la Copa Libertadores de la mano de un nuevo entrenador: Sebastián Beccacece se hará cargo casi con seguridad. También aparece en el horizonte la Supercopa Argentina ante River. Dos desafíos importantes para un plantel que sueña con seguir por la senda de la victoria.