La sesión ordinaria del viernes pasado en el Concejo Deliberante de Lanús estaba convocada a las once de la mañana para tratar la preparatoria de la Ordenanza Fiscal e Impositiva, pero discusiones por bajas de contratos de trabajadores municipales que militan en el peronismo hicieron que la labor parlamentaria derivase en reuniones que duraron tres horas, hasta que la oposición finalmente anunció que no daría quórum.

Por mero protocolo, el timbre sonó alrededor de las dos de la tarde y los concejales del oficialismo -incluido el radical Lucas Folino, quien días atrás fue apartado del bloque- bajaron para ocupar sus bancas. El presidente del Cuerpo, Marcelo Rivas Miera, se había retirado momentos antes porque, según sus propias palabras, tenía 20 de presión e iría a un centro de salud.

En el medio, una empleada municipal lloraba, denunciaba que había sido despedida y exhibía el telegrama que le había llegado ese mismo día por el cual se le daba de baja al contrato. Se trata de Andrea Carusi, que trabajó de forma mensualizada durante doce años: diez en la Secretaría de Cultura y los dos últimos como asesora en el HCD del concejal kirchnerista y excandidato a intendente, Edgardo Depetri.

En ese marco, el Frente de Todos sacó un comunicado en el que denunció “la persecución política que están recibiendo las y los trabajadores municipales” desde la gestión de Néstor Grindetti, y remarcó que no será “parte de ningún acuerdo de gobernabilidad, mientras existan presiones y amenazas a las y los trabajadores municipales y no sean garantizados sus derechos laborales independientemente de su ideología política”.

En diálogo con la prensa, la concejal Natalia Gradaschi explicó: “Lo que nosotros no podemos es sesionar como si no estuviera pasando nada. Hoy el Ejecutivo local eligió perseguir con una actitud totalmente revanchista, porque no están despidiendo al azar, están despidiendo a quienes creyeron que había que militar por una transformación en el municipio de Lanús, y a esos trabajadores los están castigando, entonces nosotros de ninguna manera podemos sesionar de espaldas al sufrimiento de la gente.”

A su vez, si bien los tres bloques de Unidad Ciudadana y el del Frente Renovador iban a votar en contra de la Fiscal e Impositiva, la edil aclaró que “nada tiene que ver no dar quórum con las posturas que íbamos a llevar al recinto, sino con un compromiso con la clase trabajadora, como siempre tuvo nuestro movimiento”.

La voz del oficialismo

Por su parte, el concejal del PRO Jorge Schiavone declaró que le “sorprendió” la decisión de la oposición porque fue de un momento a otro, y sostuvo que la misma “tiene otro fondo, presionar, buscar algo”.

“Dijeron que en esa última hora recibieron el llamado de compañeros que habían recibido un telegrama, una carta documento. Que todo haya pasado en una hora, a mí me llama la atención”, deslizó.

En esa línea, continuó: “Es una traba, sin la Fiscal e Impositiva, que es el tema más importante, uno no puede gobernar, directamente. Así que es un llamado de atención que nos hacen, me parece que están tratando de ponernos palos en la rueda, ojalá me equivoque.”

De todos modos, comentó que les pidió a sus pares de la oposición que le entreguen el listado con los trabajadores que habrían sido despedidos o dados de baja sus contratos, y se comprometió a trasladar el reclamo al Ejecutivo para saber “cuánto hay de cierto y cuánto hay de fantasía”.

Por lo pronto, todavía no está definida la fecha de un nuevo llamado a sesión, pero estimó que podría ser este miércoles el tratamiento de la preparatoria más otros proyectos pendientes. Tampoco está definido, pero es posible que el viernes 29 -tal como estaba establecido- se realice la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes para votar la Ordenanza Fiscal e Impositiva y luego el Presupuesto para el ejercicio 2020.

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