Familiares y amigos de Nicolás Vázquez, un joven de 18 años baleado por la espalda el 25 de septiembre de 2013, realizarán este sábado en Lanús un mural a modo de homenaje y para visibilizar una vez más el reclamo de justicia mientras esperan la fecha del juicio contra Héctor Amarilla, un expolicía acusado de ser el autor del disparo.

A pesar del dolor, el entorno de la víctima nunca abandonó la lucha para que el caso no quede impune y siguió la causa de cerca, incluso aportando datos a la investigación para poder atrapar al imputado, quien estuvo prófugo más de cinco años, hasta que finalmente cayó detenido en febrero de este año.

“Fueron muchos años de investigación de parte de nosotros, que trabajamos a la par de la Justicia. Desde el día uno estuve abocada a esto, y más sabiendo que estaba prófugo”, recordó Anahí Vázquez, hermana de Nicolás.

Durante mucho tiempo, los investigadores estimaban que el paradero de Amarilla se encontraba en Paraguay, donde había huido. Sin embargo, su detención se demoraba y, cuando parecía que el hecho se encaminaba hacía la impunidad, la Policía tomó conocimiento de que podía regresar al país para conocer a un nieto nacido recientemente.

Fue así que las fuerzas de seguridad montaron un operativo de vigilancia en inmediaciones a la casa donde vivía una de sus hijas. Allí lograron arrestarlo el 3 de febrero último.

“Para nosotros fue como un logro su detención, porque todos sabíamos que estaba en Paraguay y que se manejaba con total impunidad, pero nadie hacía nada. Ahora esperamos que se confirme la fecha del juicio, que si no es en septiembre o noviembre, será el año que viene”, señaló Anahí.

En esta oportunidad, al cumplirse seis años del fallecimiento del joven, llevarán a cabo el sábado a las 17 una intervención artística en su memoria en el Club La Amistad, ubicada en Aconcagua y Héroes de Malvinas, en Lanús.

“Estamos con todas las pilas y, como siempre, esperando que se haga justicia. Todos sabemos lo que pasó ese día y que (Amarilla) es un asesino, pero ahora queda el último caso, que es que lo determinen los jueces”, agregó.

Nicolás Vázquez fue asesinado de un disparo en el cuello el 25 de septiembre de 2013 después de salir de un local de indumentaria deportiva ubicado en 9 de Julio y Oncativo de Lanús, donde se habría probado ropa y habría salido sin comprar nada.

En ese momento fue perseguido por Héctor Amarilla, que en aquella época era jefe de la Comisaría de Lanús Este, quien le habría efectuado un disparo de bala de plomo con su arma reglamentaria por motivos que se desconocen. No obstante, habría testigos que manifestaron lo ocurrido y que declararon que el acusado se autolesionó en un brazo con un tiro para simular un enfrentamiento.

Desde entonces, la familia Vázquez sostuvo la hipótesis de que se trató de un caso de gatillo fácil, pese a la versión de los efectivos de la dependencia policial que intervino ese día, que avalaban la versión de Amarilla.

Sin embargo, una filmación registrada por una cámara de seguridad mostraba al adolescente desarmado y al policía corriendo detrás de él.