Por: Diego Lanese

El Ministerio de Transporte de la Nación anunció la semana pasada la licitación de dos de los ramales explotados por Expreso Lomas, la empresa de colectivos que hace unos seis meses dejó de operar luego de una larga crisis económica. La cartera que conduce Guillermo Dietrich entregó el control de las trazas identificadas con los números 165 y 112 a las empresas General Tomás Guido SACIF y Transporte del Sur SRL, respectivamente, que ganaron la licitación correspondiente. De esta forma, se espera que el servicio que une el sur del Conurbano bonaerense con la Capital Federal vuelva a circular luego de alrededor de 180 días de inactividad.

 

Tras el anuncio, los 400 trabajadores festejaron la medida, pero aseguraron que se trata de una solución “precaria”, ya que debe ser el juez de la causa de la quiebra el que dé el visto bueno final. Además, esperan una reunión en el Ministerio de Trabajo para arreglar los salarios adeudados, ya que hace al menos dos meses que no cobran.

 

El largo conflicto en la popular línea de colectivos comenzó a encauzarse la semana pasada con la adjudicación de líneas. “Por una cuestión legal, las trazas van a cambiar de número, ya que hay un amparo para evitar que sean vendidas”, remarcó Leandro Fernández, uno de los voceros de los trabajadores. En diálogo con Política del Sur, recordó que ahora su preocupación es saber “quién se hará cargo de los salarios caídos”.

 

“Llevamos dos meses sin cobrar, y seguramente este mes tampoco vamos a recibir ningún ingreso. Por eso esperamos una reunión en el Ministerio de trabajo para definir esas cuestiones”, agregó.

 

Sobre el acuerdo, el vocero valoró la posibilidad de volver a trabajar, aunque explicó que la licitación es una “solución precaria”. “La medida de transporte sale precaria y provisoria, quiere decir que después el juez debe decidir sobre la cuestión de fondo para recuperar todas las trazas”, destacó Fernández.

 

Pese a esto, valoró el avance que lograron los trabajadores: “Es un paso importante, porque comenzamos a mover el tema para garantizar las fuentes de trabajo”, destacó. Hasta el momento, la información suministrada por el Ministerio de Trabajo no habla de la cuestión laboral.

 

La empresa Expreso Lomas primero fue concursada, varias veces suspendió el servicio, hasta que a principio de este año limitó el servicio a uno o dos recorridos, hasta que se quedó sin colectivos para continuar, y en marzo dejó de funcionar. La Justicia tiene la causa de la quiebra y pagó los salarios hasta que el Gobierno giró los fondos de los subsidios. Sin esos recursos, los choferes no recibieron más sus haberes. El juzgado a cargo fue varias veces criticado por los trabajadores porque no tuvo una buena comunicación respecto de las medidas, y ahora deberá decidir sobre la medida del Ministerio de Transporte.

 

En la previa a la adjudicación, versiones indicaron la posibilidad de que DOTA, el grupo que maneja un centenar de líneas de transporte público de pasajeros, se hiciera con alguna de las trazas de la empresa. Pero la situación no prosperó.

 

La causa de la quiebra está radicada en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 14 de Lomas de Zamora, que será el encargado de dar el visto bueno para la reactivación del servicio. “Debemos esperar que el juez defina si aprueba o no la operación. Una vez que se dé la orden, necesitamos diez días para poner todo a punto, para comenzar a trabajar”, remarcó Fernández.

 

La semana pasada, tras celebrar la adjudicación, el secretario de Gestión de Transporte, Guillermo Krantzer, les envió tranquilidad a los trabajadores: “Hay 400 familias que padecen estos dos meses que no hubo servicio”, dijo, y aseguró que “está absolutamente garantizada la fuente de trabajo. Siempre hemos tenido un diálogo muy abierto, muy franco, ellos pueden decirlo también”.