Por: Diego Lanese

El impacto en la inflación de la disparada del precio del dólar luego de las PASO se verá en los índices de agosto y septiembre, aseguran los especialistas, que comenzaron a calcular que en esos meses la suba general de precios estará en torno del 4 o 5 por ciento. Esto terminará generando un escenario anual peor que en 2018, ya que se espera una crecida inflacionaria cercana al 60 por ciento.

 

En algunos sectores, la corrida tuvo efectos inmediatos, como en el farmacéutico. Allí, los medicamentos comenzaron a actualizar sus valores la misma semana de la devaluación y hoy están en valores que van del 7 al 15 por ciento de aumento, con picos que superan el 20. Esto hace que muchas personas no puedan acceder a sus tratamientos, una tendencia peligrosa que se viene dando desde el año pasado. Las farmacias argentinas alertan que, de mantenerse este cuadro, cada vez más argentinos no podrán comprar sus fármacos, lo que acerca al país a una “crisis sanitaria”.

 

Un informe remarcó que en junio, previo a que se profundice la corrida cambiaria, se dejaron de dispensar alrededor de dos millones de tratamientos. La situación se replica en hospitales, que temen carencias de insumos.

 

La suba del dólar impacta directamente en el precio de los medicamentos, que tienen gran parte de la cadena de producción dolarizada. En los días posteriores a la devaluación, las farmacias recibieron listas con retoques en los valores, que se fueron dando casi todos los días. Si bien se habla de cifras que llegan al 30 por ciento, las subas están más segmentadas. “Los laboratorios nacionales subieron en promedio un -9 por ciento, con algunos picos de subas, pero el 90 por ciento está en esa franja”, le confirmó a Política del Sur una fuente del sector. Los productos de las multinacionales sí llegaron a subir “un 20 por ciento”, pero en segmentos concretos.

 

Las subas por encima de la inflación se vienen repitiendo desde el 2016 y son, según los expertos, un problema para el acceso a los tratamientos. Así lo afirmó la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que difundió como ejemplo un informe sobre la dispensa en farmacias de todo el país, alertando sobre una baja importante en la dispensa.

 

Según las cifras oficiales, durante junio se dispensaron 56.229.960 unidades en las farmacias. “La comparación junio 2018 contra junio de 2019 muestra una baja importante en la dispensa en unidades que llega al 3,42 por ciento, y cercana a los 2 millones de unidades menos”, destaca el trabajo elaborado por el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA.

 

Los porcentajes de merma, agrega la COFA, “son importantes, sobre todo en los grupos que incluyen fármacos para patologías crónicas”.

 

Según los datos que maneja la entidad, “se nota en la mayoría de los grupos una merma en la dispensa”. “Importantes bajas se manifiestan en los fármacos del sistema músculo esquelético (-4,94 por ciento) y respiratorio (-8,82), representado por -243.130 y -585.780 unidades respectivamente”, detalla el informe, al que tuvo acceso Política del Sur.

 

El grupo “varios”, que incluye alimentos infantiles, otros productos no terapéuticos y otros alimentos, “tuvo una retracción del -16,12 por ciento representada por -658.493 unidades”, dice el trabajo de la COFA, y concluye que “la caída en el consumo de medicamentos no tiene precedentes. La gran preocupación es el acceso a los medicamentos”. En este sentido, la entidad alerta que existen condiciones de “crisis sanitaria” por la falta de acceso de los pacientes, en especial jubilados.

 

Pedido de congelamiento

 

Ante la inminente crisis por el acceso a los medicamentos, asociaciones de consumidores pidieron al Gobierno que tome medidas para garantizar el abastecimiento de los tratamientos, ya que algunos laboratorios, además de subir los precios, suspendieron la entrega de varios productos por la volatilidad cambiaria.

 

Unas veinte asociaciones de consumidores presentaron el reclamo ante la Secretaría de Comercio de la Nación para que se cree una canasta de tratamientos que retrocedan sus valores a los primeros días de agosto y se mantengan así por al menos 90 días. “La devaluación motivó una corrección de precios que es apresurada e injustificada y pone en riesgo la salud de jubilados”, dice la solicitud, dirigida al secretario de Comercio Interior, Ignacio Werner. La misma fue firmada por entidades como Deuco, Adecua, Adelco, La Unión, Consumidores Libres, Consumidores Argentinos, Cruzada Cívica, Adduc, UCA, Aduc, Procurar, Proconsumer, Padec, Lideco, Red Consumidores, Usuarios en Defensa de sus Derechos, UCU, Acuda, Femudeco y Codec.

 

Pero por el momento, ese reclamo quedó en la nada. La idea la deslizó el  secretario de Salud nacional, Adolfo Rubinstein, en un encuentro con laboratorios de bandera nacional. Según pudo saber Política del Sur, el funcionario le reclamó a los representantes de la cámara empresarial CILFA que se frene la suba de los precios y se garantice el abastecimiento en todos los rubros. Pero las empresas farmacéuticas afirman que no están en condiciones de hacer este “esfuerzo patriótico”, como lo calificó el funcionario en el encuentro reservado con los empresarios.

 

En este contexto, se espera que en los próximos días se siga negociando esta situación, pero los voceros de Salud creen que no hay posibilidad de bajar los costos. “Hasta que no haya certezas políticas, no habrá cambios del sistema”, confirmaron las fuentes.

 

Esta realidad podría replicarse en los hospitales públicos, que ya experimentan problemas en las compras centralizadas, lo que haría faltar insumos. En este sentido, esta semana en la provincia de Buenos Aires el gremio CICOP declaró el estado de “alerta sanitaria”, ante “la grave crisis social y sanitaria”.