Un jubilado de 73 años murió este sábado, atropellado en Monte Grande por una camioneta conducida por un hombre que se fugó, pero que fue entregado más tarde por un familiar. Sin embargo, los familiares de la víctima, identificada como Hipólito Irala (73), piden testigos presenciales del hecho ocurrido en Ingeniero Huergo y Alvaro Barros, para que el acusado siga tras las rejas.
"Lo que le pasó a mi suegro le podría haber pasado a cualquiera, necesitamos testigos para que no quede impune", contó Yésica Sánchez, la nuera del fallecido, al aire del programa Política del Sur, donde pidió la colaboración de la comunidad para el esclarecimiento del caso.
La entrevistada manifestó sus sospechas de que el conductor del vehículo "estaba alcoholizado", aunque advirtió que todavía "no sé conocen los resultados del test que le realizaron". Además, indicó que "el asesino se llama Juan, es vecino del barrio y vive sobre la calle Huergo, le dicen el chatarrero".
"A mi suegro lo dejaron tirado como un perro, estuvo como una hora sin asistencia médica", lamentó Yésica sobre la actitud del imputado, que abandonó a la víctima, para darse a la fuga del lugar.
Por otro lado, alertó que en la zona serían habituales los accidentes tránsito, debido a que "la avenida es nueva, no hay semáforos ni lomos de burro, y los autos pasan muy rápido".
El siniestro vial ocurrió este sábado 22 de abril, cerca de las 17 horas, en la esquina antes mencionada, donde Hipólito Irala, un albañil de 73 años, circulaba en bicicleta en dirección a la casa de un amigo, cuando fue embestido por una camioneta Ford f100 de color negra.
Lejos de preocuparse por la salud del jubilado, el sujeto que manejaba el rodado se habría fugado a toda velocidad del escenario del hecho. No obstante, fue entregado más tarde por su cuñado, según contó Yésica a este medio.
Para todos aquellos que puedan colaborar con información importante para la causa, la joven dejó su número de teléfono a disposición: 1140280071.