domingo 05 de mayo de 2024 - Edición Nº1978

Provincia | 26 abr 2024

Cruce político

El kicillofismo y La Cámpora velan las armas con miras a la pelea por el PJ bonaerense y la confección de listas del 2025

Los alcaldes que arman para la hipotética candidatura presidencial de Axel Kicillof no ocultan su apetencia por acceder al trono partidario provincial y presionan para limitar la influencia de la orga en los armados de las boletas. Los seguidores de Máximo Kirchner apuestan al poder territorial de la agrupación y al liderazgo de Cristina Kirchner.


Por: Federico Cedarri

El peronismo bonaerense transita hora ajetreadas por el entuerto en el que se ha sumergido producto del enfrentamiento al descubierto de los distintos sectores que en 2025 discernirán la contienda por empuñar la lapicera que conformará las listas legislativas en la elección de medio término.

La tregua entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner parece al borde de resquebrajarse luego de los dichos del ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, advirtiendo sobre la poca representatividad del actual titular del PJ para ejercer el mando partidario.

En rigor, el mensaje subliminal del ex aliado de Máximo apunta a marcarle la cancha a La Cámpora y advertirle que se terminó la colonización de los lugares en las listas para la agrupación otrora juvenil.

Kicillof por el momento baja la línea de que prefiere adentrase en la gestión y no entrar en rencillas partidarias aunque aclararon cerca de él para aventar suspicacias que su referente sigue siendo Cristina Kirchner: el mandatario aspira a ungirse como el sucesor natural de la ex presidenta.

Pero no desconoce que antes deberá sortear dos episodios trascendentales más allá de las dificultades económicas y financieras que atraviesa su administración por el diente de la motosierra mileísta.

El primero de ellos será en marzo del 2025 cuando se deba convalidar un nuevo liderazgo en el PJ bonaerense debido a que caduca el mandato de Kirchner: el kicillofismo compuesto por los alcaldes que conformaron la Mesa de Ensenada empuja con fuerza a uno de los suyos para dar la pelea y quedase con el premio mayor.

Quien no oculta su apetencia de calzarse el traje de titular del peronismo provincial es el alcalde Avellaneda, Jorge Ferraresi, ya completamente alejado del kirchnerismo y con la intención de armar una solvente estructura multisectorial para Kicillof.

De todos modos, ese grupo que considera al gobernador como el sucesor del bastón de mariscal del que se despojó Cristina Kirchner no descarta al matancero Fernando Espinoza para dar la batalla por la conducción.

En La Cámpora observan el panorama y esperan, le hicieron saber al mandatario bonaerense su malestar con los dichos de Larroque de manera simbólica: los gestos adustos de Mayra Mendoza y Damián Selci en las visitas del gobernador a sus distritos, Quilmes y Hurlingham respectivamente, dejaron en claro que la agrupación otrora juvenil no retrocederá un ápice en sus ínfulas del poder.

“Nosotros vamos a dar la batalla y estamos apelando a la territorialidad, veremos que hay enfrente aunque con Axel está todo bien, por ahí molesta algún miembro del nuevo entorno”, sacude sin contemplaciones ante PDS una fuente camporista.

De hecho, la orga tiene en sus planes no perder la conducción del PJ y seguir teniendo una sustancial influencia en la confección de listas provincial en el 2025, de mínima apuntarán a preservar las bancas que deben renovar aunque se resignan a compartir la birome con el incipiente kicillofismo.

En lo que respecta a la titularidad del peronismo bonaerense, descuentan que Cristina finalmente volverá al ruedo y marcará el rumbo: “La Jefa arrimará voluntad para llegar a un acuerdo salomónico entre Axel y La Cámpora donde nadie aparezca cediendo”, pronostica una fuente parlamentaria peronista a este portal.

Kicillof se despega de la rosca

El gobernador bonaerense busca despegarse sin ambages de las implicaciones internas, sabe que deberá salir airoso del primer año de gestión conviviendo con el brutal ajuste al que lo somete Javier MiIei.

Kicillof ya decidió no ser parte del Pacto de Mayo, ni siquiera está contemplando por el momento sentarse con el Gobierno nacional. “De ahora en más las disputas serán en la Justicia y en la calle”, aseguran en calle 6.

El gobernador por imperio de la circunstancias se ha visto motivado a pararse como contraparte del presidente Javier Milei y es un rol que no le disgusta, ya que se siente cómodo en su papel de defensor del Estado presente.

“A Kicillof le ha venido bien políticamente el contrapunto con Milei porque lo situó convenientemente en las antípodas del pensamiento presidencial, ocupa el espacio de la oposición y es el dirigente del peronismo que mejor cataliza la protesta social", analiza ante PDS un consultor de opinión que toma el pulso a la sociedad bonaerense.

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