Por: Federico Cedarri

El radicalismo bonaerense se encuentra atravesando una etapa de inflexión donde busca denodadamente reconfigurar su identidad, arrojar claridad sobre sus pasos siguientes en lo que tiene que ver con su posicionamiento en el convulsionado tablero político.

Ya desandado el duelo luego de su ruptura electoral con el PRO, el partido centenario junto a los 27 intendentes bonaerenses que celebraron una nueva cumbre en González Chaves.

El Foro de alcaldes hoy se constituye en la columna vertebral del radicalismo provincial, por lo que han tomado el toro por las astas y comenzaron a delinear sus estrategias hacia el 2025.

El espacio encabezado por Maximiliano Suescun volvió a redundar sobre la acuciante situación económica que se abate sobre los distritos producto del corte de la obra pública y de la caída abrupta de la actividad económica.

También se conversó sobre la situación deficiente del IOMA que se da en algunos distritos boina blanca además de la regularización de la deuda que negocian con el Instituto y el encarecimiento sustantivo de insumos médicos.

Más allá de estos remanidos temas que son comunes a casi a todos los intendentes bonaerenses, en esta ocasión los jefes comunales se adentraron en el debate de la nueva configuración que el espacio tendrá dentro del panorama político que hoy parece copado por el presidente Milei con el PRO como ladero y el kirchnerismo.

El radicalismo pretende recrearse como un actor de centro con impronta progresista: “Tenemos que despegarnos del mote de derecha que nos endilgaron por la alianza con el PRO y para eso hay que buscar nuevas alianzas en la dirección histórica que siempre tuvo el partido”, suelta a PDS un legislador correligionario.

Los alcaldes dejaron trascender luego del cónclave en el sur bonaerense que buscarán articular un engranaje con los legisladores de los dos bloques legislativos institucionales que reportan a la conducción partidaria, el del chacabuquense Agustín Máspoli en el Senado y el del abadista marplatense Diego Garciarena en la Cámara Baja.

La jugada pasa por reposicionar concretamente a los centenarios como actores relevantes de la realidad política y fundamentalmente mostrar un partido interactuando entre sus diferentes estamentos: alcaldes y legisladores provinciales aunando esfuerzos.

“Es hora de dotar al radicalismo de una estatura política que hace rato no teníamos y para eso es fundamental dejar de mirar que hace y que no hace el PRO, ellos están al pie de Milei y nosotros somos autónomos”, destacan cerca de un importante intendente a este portal.

Fuentes centenarias admiten que deben fortalecer al partido y adoptar una postura política de autonomía frente a los gobiernos de Javier Milei y Axel Kicillof.

Si bien en una primera instancia los centenarios apoyaron al Gobernador en su reclamo por la eliminación de recursos para la provincia como el FONID y el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, no le entregaron un cheque en blanco y le exigieron al mandatario un recorte del gasto político.

De hecho, acordaron solicitar una reunión de carácter perentorio con el mandatario provincial para gestionar soluciones centradas principalmente en las órbitas relacionadas con la salud, seguridad y obra pública.

También esgrimen notorias diferencias con el Presidente, a quién le cuestionan la escasa búsqueda de consensos para llegar a posiciones afines en el Congreso Nacional, además de reclamarle que se reanuden las obras públicas  que cuentan con soporte económico de la Nación.

Si bien coinciden en la necesidad de que se debe ordenar la macroeconomía y en la importancia de bajar el déficit fiscal, de igual modo le adjuntan a Milei insensibilidad social ante las consecuencias del ajuste.

“Nuestra postura es clara, somos independientes y opositores al gobierno de Milei y de Kicillof, defendemos los derechos de la gente”, aseguran fuentes legislativas correligionarias a este portal.

Interna y armado para el 2025

El partido centenario debe celebrar comicios internos para reemplazar a Maximiliano Abad que ya avisó que dará un paso al costado y al unísono han comenzado a proliferar candidatos a reemplazarlo, se habla del coterráneo del ahora senador nacional Ariel Martínez Bordaisco mientras que desde el Foro de intendentes impulsan mayoritariamente a Maximiliano Suescun y algunos quieren subir al ring al balcarcense Esteban Reino.

Preocupa a los alcaldes las diferencias ostensibles en la Cámara Baja que han derivado en una escisión rebelde del bloque radical que, referenciados en Facundo Manes, amenazan con ir por la conducción partidaria.

No parecen dóciles a los designios abadistas este grupo de diputados que encabeza el platense Claudio Frangul y que de hecho consecuentemente han votado negativamente los acuerdos tejidos entre los alcaldes centenarios y los legisladores: se opusieron al endeudamiento y Ley Fiscal y votaron en contra el régimen de licencias acodado en la Cámara Baja provincial.

“Están molestos porque se quedaron afuera de las negociaciones en diciembre, es despecho puro”, chicanea ante este portal un legislador que reporta a un alcalde abadista.

Lo cierto es que el radicalismo persigue un proceso de acumulación hacia el 2025 con nuevos socios más afines a su historia, no descartan sumar institucionalmente al monzonismo, el GEN, la CC y los retazos de un larretismo ya distanciado definitivamente de Mauricio Macri.