Debido a la posibilidad, aún remota, de que las Cámaras nacionales puedan sesionar, para la concreción con premura de normativas que escapan a un Decreto de Necesidad y Urgencia dictado por el Presidente, desde la legislatura bonaerense han puesto el oído en la marcha de las conversaciones entre su colegas nacionales y han comenzado, en forma velada, las consultas entre autoridades de bloque y Cámara a fin de inmiscuirse en la cuestión y decidir si también es necesario que se reúnan las Cámara provinciales.

 

Cuál sería el nudo gordiano de tal presunción: que si hay una ley de impedimentos de los desalojos por el no pago de alquileres, ya sea de viviendas y comercios, y del mismo modo una prohibición de ejecutar hipotecas en el orden nacional hasta tanto recuperen los ingresos previos al dictado de la cuarentena, y algún tipo de medidas para desalentar despidos y beneficios impositivos para pymes, la provincia debería adherir a esas iniciativas disponiendo un encuadre normativo acorde con el ordenamiento jurídico bonaerense, caso contrario no podrían aplicarse tales medidas nacionales en territorio provincial.

 

Esas facultades de adhesión son sólo patrimonio de las Cámaras legislativas bonaerenses.

 

Cuadro de situación éste que ha permitido a los legisladores salir del letargo de los días de cuarentena, y comenzar las consultas porque en caso de ser necesario deberían desplegar una especie de comisiones virtuales para dar despacho a las propuestas de adhesión, y posteriormente sesionar en un lugar seguro y con las medidas sanitarias pertinentes al momento que nos toca atravesar.

 

Algunos senadores y diputados oficialistas piensan en llevar a cabo las hipotéticas sesiones en algún teatro de la ciudad y en forma escalonada, sesionaría primero una Cámara y al día siguiente la otra, dando espacio para la desinfección del lugar.

 

En rigor, la realización de encuentros legislativos de esta naturaleza quedaría en los anales, debido que nunca se concretó una sesión fuera del Palacio Legislativo.

 

Con relación a la cuestión impositiva, la oposición de Juntos por el Cambio ha realizado sendas presentaciones en ambos Cuerpos para alivianar la carga impositiva de los comercios y las pymes.

 

Una herramienta legal de este tipo, que mitiguen las consecuencias negativas de la cuarentena, debe pasar indefectiblemente por la Legislatura, el Ejecutivo no tiene potestad para la reducción de alícuotas impositivas que es el núcleo del pedido opositor.

 

Sí puede el gobierno de Kicillof, en el marco de la emergencia que transita y que fue aprobada por la legislatura, apostar al diferimiento de impuestos o prorrogas de vencimientos, pero de ningún modo una reducción de los tributos por un tiempo determinado.

 

La inquietud que por estas horas asalta a los legisladores oficialistas, radica en que una sesión de este tipo abonaría el campo fértil para que la oposición ponga sobre la mesa una serie de pedidos de informes que de mínima incomodarían a la gestión actual.

 

Entre las solicitudes que se apilan en una Mesa de Entrada virtual en la que hoy día se ha convertido la Legislatura, encontramos peticiones sobre la situación de los insumos críticos en los centros de salud,   disponibilidad y ampliación de la capacidad hospitalaria en todo el territorio provincial, además de la exigencia de una mayor descentralización de las muestras por COVID 19 en centros laboratorios de la provincia, y conocer la cantidad de reactivos comprados por la gestión provincial.

 

Desde la trinchera del oficialismo y de la oposición parlamentaria provincial, si tomamos en cuenta que estamos en guerra contra un enemigo invisible, evalúan y esgrimen conjeturas sobre los pro y contras de un encuentro de este tipo, mensuran los costos y beneficios, mientras aguardan la decisión que tomen sus pares nacionales.