Luego de las elecciones del año pasado, primero fue designada como secretaria general de la Cámara de Diputados de la Nación, pero luego recaló como secretaria de Empleo nacional y finalmente arribó a la Vicepresidencia del Correo Argentino. Esa travesía realizó por estos meses la dirigente del Frente Renovador de Avellaneda Mónica Litza, quien sin embargo aseguró que está “muy contenta” y que lo tomó como “un desafío”.

“Son decisiones políticas. El mapa del Estado se está completando bastante lento. Están confirmados los ministros y de ahí para abajo se están completando. (…) Se están haciendo cambios y se están ajustando los esquemas de gobierno, y yo estoy a disposición para ir al lugar que me piden que esté y que creen que puedo ser útil”, afirmó la exdiputada nacional en diálogo con Política del Sur.

Además, comentó que “hay mucho trabajo para hacer” en la empresa cuya titular es la ex La Cámpora Vanesa Piesciorovski, debido a que esta empresa “tiene que recuperar el rol social que había perdido durante la gestión de Cambiemos”.

Al respecto, recordó que el Correo es una sociedad anónima pero con un accionista único, que es el Estado, y como tal, debe llegar a todos los rincones del país adonde otros correos, como Oca o Andreani, no llegan porque no es algo rentable.

En ese sentido, indicó que ese trabajo “para el Correo no es negocio en lo económico, pero sí en lo social, porque presta un servicio”, que tiene que ver con “apuntalar desde lo social y desde lo empresarial”. “Ese es el desafío más grande que tiene el Correo hoy”, remarcó.

Asimismo, contó que en su nuevo cargo también está ocupándose de articular con el Indec para preparar el operativo que desarrollará el Correo durante el Censo Nacional, que se realizará este año, como así también en las elecciones legislativas del 2021.

Atrincherados

Por otra parte, sobre cómo funcionaron las firmas con participación del Estado en el gobierno de Mauricio Macri -incluido el Correo Argentino-, Litza señaló que “Cambiemos llevó el tema de la empresa al Estado, puso CEOS de empresas importantes”, acusó, y dio como ejemplo a Shell, cuyo presidente, Juan José Aranguren, había sido designado ministro de Energía.

Según contó la exconcejal avellanedense, el escollo que hubo este tiempo fueron los jerárquicos del Correo Argentino -y de otras empresas de la misma índole- que desempeñaron sus cargos en la gestión macrista y exigían recibir la doble indemnización para dejar sus lugares a quienes integran el gobierno de Alberto Fernández. “Se atrincheraron”, recalcó.

No obstante, recordó que la doble indemnización había decidido implementarla el Presidente para los trabajadores no jerárquicos, con el fin de que las empresas no los despidan.

En lo que respecta al Correo, aclaró que “nadie dejó el puesto renunciando como hubiera correspondido desde el plano ético, pero como tenían un contrato por la Ley de Contrato de Trabajo, se consideran despedidos y tienen derecho a la indemnización”. Y si bien finalmente no se les abonó la doble indemnización, “la desvinculación tuvo que ser acordada en términos económicos con montos importantes”.