Por: Diego Lanese

Con cerca de 1.300 despidos, el del hospital Posadas fue uno de los conflictos laborales más tensos durante la presidencia de Mauricio Macri, ya que a las cesantías masivas se les sumó una fuerte persecución a los gremios combativos y la presencia permanente de Gendarmería Nacional.

Desde la asunción de Alberto Fernández, el clima cambió. Renunciaron los directores del macrismo y las nuevas autoridades comenzaron a dialogar con los trabajadores para analizar la restitución de muchos de los empleados y profesionales. En una reunión con funcionarios del Ministerio de Salud nacional, la semana pasada se comenzó a diagramar la posibilidad de reincorporar a muchos despedidos, como ya sucede en otras dependencias jaqueadas por la política de ajuste del gobierno anterior.

Referentes de ATE y de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa) se reunieron con el secretario de Calidad de Atención, Arnaldo Medina, y el subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos, Alejandro Collia, para analizar la situación del hospital Posadas, el único bajo jurisdicción nacional que luego de los despedidos masivos iniciados en enero de 2018 quedó con problemas en varios servicios, los cuales debieron cerrar o reducir la atención por la falta de personal.

El pedido de los gremios, pertenecientes a la CTA Autónoma es que se restituyan esos puestos de trabajo. “Para nosotros fue clave el compromiso a reincorporar a los cesanteados del Posadas”, sostuvo Jorge Yabkowski, titular de la Fesprosa.

En diálogo con Política del Sur, agregó que días atrás también se reunieron con el director del nosocomio, Alberto Maceira, para hacerle el mismo planteo. “Tuvimos una primera reunión muy amable, abierta, cuando se dio la asunción. Ahora se abre una expectativa que los compromisos de diálogo, de desmilitarización del hospital, se cumplan”, dijo el dirigente.

Un paso concreto que acordaron en la reunión en el Ministerio de Salud nacional fue la devolución del código de descuentos a los gremios de base de Fesprosa, retirados por la anterior gestión del Posadas para presionarlos y evitar las protestas. Se trata de la seccional local de CICOP y el Sindicato de Trabajadores de la Salud (STS). Otra de las primeras medidas de la actual gestión fue retirar la presencia de Gendarmería Nacional, puesta en el lugar luego de los despidos masivos y que en este tiempo actuó amedrentando a los trabajadores en sus protestas.

La delegación sindical de la CTA Autónoma además pidió a los funcionarios que se incluya a los trabajadores en el Consejo Consultivo formado luego de la declaración de la Emergencia Sanitaria, así como varios temas, entre ellos la reincorporación de unos 70 agentes cesanteados por la gestión Macri de la Dirección Nacional de Salud Mental; urgente convocatoria a la Comisión Permanente de Carrera de los Hospitales e Institutos nacionales (Copicprosa-decreto 1133/09); y medidas ante la crisis del hospital SAMIC de Calafate, Santa Cruz.

Durante los cuatro años de gestión del gobierno de Mauricio Macri, la dirección del Posadas decidió recortar la planta laboral: fueron más de 1300 los despidos entre fines de 2015 y 2019. Ahora, la institución ubicada en El Palomar es mantenida en pie por cerca de 1400 trabajadores, de los cuales sólo 280 se encuentran en planta permanente.

Esto sucede en uno de los hospitales más grandes del país, que recibe pacientes de toda la zona oeste del Conurbano bonaerense y que ocupa 22 hectáreas con 82 mil metros de superficie cubierta. En el presupuesto nacional 2019, el hospital sufrió un recorte de cerca del 20 por ciento con respecto a 2018.