En el marco de la situación de emergencia económica que atraviesa la provincia de Buenos Aires, el flamante gobierno de Axel Kicillof envió a la Legislatura el proyecto de Ley Impositiva para 2020. Así comenzó con las primeras gestiones para intentar mantener el nivel de ingresos, pero segmentando la recaudación, es decir, “cobrando más al que más puede y generando alivio a los pequeños y medianos productores y propietarios”, según resaltaron desde el Ejecutivo provincial.
En ese sentido, el gobierno bonaerense remarcó que el objetivo del proyecto es “atender las urgencias y prioridades definidas”, y para eso, señaló que “se propone actualizar los valores de los impuestos del año pasado tomando en cuenta la inflación de 2019 (estimada en 54,6%)”. Esto significa que el proyecto “no incrementa la presión impositiva en promedio en términos reales”.
Asimismo, explicó: “En el caso del impuesto a los Ingresos Brutos, se mantiene la alícuota vigente, tal como autorizó el Gobierno nacional al suspender la aplicación del Consenso Fiscal. En el caso del Impuesto Inmobiliario Rural y Urbano, en promedio, la actualización está por debajo de la tasa de inflación. Pero además se incorporó un criterio progresivo: las propiedades de menor valuación fiscal pagarán un incremento menor a la inflación proyectada (aquellos más chicos tendrán un incremento del impuesto de tan solo el 15% respecto al año pasado).”
También, destacó: “A partir de la SEGMENTACIÓN de los propietarios rurales, según el tamaño y valor de sus propiedades, se garantiza que el impuesto sea, en términos reales, menor al del año pasado para quienes cuentan con una menor capacidad contributiva.”
Y concluyó: “Este proyecto de Ley que dota de una mayor progresividad al sistema tributario se suma a la amplia moratoria y a las medidas de estímulo aprobadas en la Ley de Emergencia Económica, de pronta implementación.”
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