Por: Diego Lanese

La asunción de Alberto Fernández terminó con una verdadera fiesta popular, donde una gran mayoría tuvo una especie de desahogo colectivo. Los gremios fueron parte de ese festejo y movilizaron grandes columnas de trabajadores, que en general fueron los que más sufrieron las políticas del modelo que terminó y la crisis económica.

 

Entre los sectores que tuvieron mayores conflictos con el gobierno de Cambiemos se encuentran los docentes universitarios, que en tres de los cuatro años de gestión tuvieron largas peleas para firmar paritarias y denunciaron el ajuste sobre la educación superior.

 

“El gobierno de Macri deja una dolorosa experiencia para los argentinos”, sostuvieron desde Conadu, el sindicato mayoritario de los profesores. A manera de balance, esta semana hicieron un plenario de sus gremios de base, donde analizaron lo que deja la gestión saliente en materia educativa y en general.

 

La dirigencia de Conadu hizo un balance negativo de los cuatro años de macrismo, en el marco de la movilización por la asunción de Fernández, a quien apoyaron a través de la CTA de los Trabajadores y el Frente Sindical para el Modelo Nacional.

 

“El gobierno de Macri deja una dolorosa experiencia para los argentinos, las consecuencias de la destrucción del aparato productivo, el endeudamiento externo y el desmantelamiento del sistema de producción de conocimiento son la raíz de los inaceptables índices de pobreza e indigencia que sufre nuestro pueblo trabajador”, sostuvo Federico Montero, secretario de Organización de Conadu.

 

En diálogo con Política del Sur, el dirigente remarcó que “la cultura del individualismo egoísta, la justificación de la desigualdad en nombre de una falsa meritocracia y la deslegitimación de los organismos de derechos humanos son también una grave herencia cultural”.

 

Durante el macrismo, los docentes de la educación superior tuvieron varios conflictos, primero para acordar salarios y luego para reclamar mejoras presupuestarias, ya que los fondos para las universidades se fueron deteriorando a partir del 2015 hasta llegar a niveles mínimos.

 

En este sentido, un día antes de la asunción presidencial, la confederación reunió a sus gremios de base y realizó un plenario nacional, donde analizó lo que deja la pasada gestión y los desafíos de la que inicia.

 

“Estos 4 años fueron de un nivel de lucha muy intensa por parte de la CONADU, pero eso nos dio un saldo organizativo importante para la federación y nos permitió ser protagonistas en base a una articulación con todo el movimiento universitario que se expresó en la histórica marcha del 30 de agosto de 2018, entre otras batallas épicas que dimos”, destaca el documento final del plenario, que presidió el secretario general de Conadu, Carlos de Feo.

 

Por otro lado, el texto señala que “el protagonismo de la Federación se construyó a partir de una acción gremial que redundó en un importante saldo organizativo”. “Esto se evidenció gracias a la permanente movilización, la articulación con todos los sectores de la comunidad universitaria y la suma de nuevos sindicatos. Por ejemplo, la flamante incorporación del sindicato de la Universidad Nacional de Moreno (ADUNM), que el viernes pasado plebiscitó su entrada a la Federación por amplia mayoría”, agrega el informe.

 

Sobre la etapa que se abre, Conadu afirma que “estará signada por grandes desafíos a partir del desastre económico del macrismo y de los condicionamientos de la brutal deuda externa que tomó para financiar la fuga de capitales”.

 

En este sentido, Montero subrayó que “felizmente es una etapa que concluye porque la continuidad de este proceso hubiera significado la puesta en riesgo y la mayor vulneración del estado de derecho”.