Los trabajadores de la central CONUAR (Combustibles Nucleares Argentinos) llevan adelante un paro indeterminado luego de que la empresa oficializara el despido de 43 operarios el viernes 15 de noviembre pasado.

CONUAR pertenece al Estado Nacional en un 35,57 por ciento y al grupo Pérez Companc en un 64,43, y emplea a un total de 500 personas entre técnicos, ingenieros y personal especializado. Provee elementos combustibles, vainas, tubos y un sinfín de componentes para el funcionamiento de las centrales nucleares de Atucha I y II y Embalse Río Tercero.

Desde el año pasado, la empresa viene sufriendo un vaciamiento tras la baja de los contratos con China. En ese sentido, comenzaron los despidos con el objetivo de una “reestructuración encubierta”, según denuncian los trabajadores.

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En este marco, los empleados paralizaron la planta que está ubicada en el Centro Atómico Ezeiza, con el fin de la reincorporación de sus compañeros. El delegado gremial de CONUAR Javier Sánchez detalló en diálogo con Política del Sur que este martes llegaron a La Plata y la Gendarmería no los dejó ingresar: “La empresa ha despedido a más de 40 empleados, pero los telegramas no les llegaron a los compañeros”, criticó.

“Nosotros seguimos de paro. Tenemos la intención de pelear por esta situación y queremos que ningún trabajador sea despedido”, adelantó Javier Sánchez, quien confirmó que fueron convocados para hoy en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.

Según denunció el dirigente gremial, la empresa “está realizando una restructuración administrativa”. “Quieren reducir los puestos de trabajo. La realidad es que es muy injusta está situación. Esta no es una empresa que esté en crisis. Hay una gran contradicción”, sostuvo.

Sobre la respuesta del Estado, que tiene participación en la empresa, los trabajadores denuncian la “ausencia total” de las autoridades del organismo.

Trasfondo del conflicto

Desde octubre de 2018 la empresa anunció unos cien despidos “como consecuencia de las políticas y el vaciamiento del sector nuclear llevado a cabo por el gobierno de Mauricio Macri”, denuncian los empleados.

Los damnificados son mano de obra calificada de la planta que señalan al gobierno de Mauricio Macri “por las políticas de vaciamiento para desmantelar la actividad”. De esta manera, denunciaron que los despidos precarizan las condiciones de alta exigencia dentro de la rama.

La denuncia apunta a la cancelación del acuerdo con China que permitía la construcción de una central nuclear tipo CANDU, que por el tipo de tecnología “compatible” con el desarrollo tecnológico histórico de nuestro país en el sector, moviliza la producción de las empresas “satélite” como CONUAR y la PIAP.

Sin embargo, en esta segunda etapa, tras la decisión de Macri de cancelar ese acuerdo, los chinos se opusieron a que la central se haga con tecnología que no sea exclusivamente de ellos. La decisión impacta en que Argentina no podrá transferir conocimiento científico y participar productivamente en la construcción de la central.

Es que después de tres meses de suspensión rotativa del personal y la pérdida de 45 puestos de trabajo, entre retiros voluntarios y despidos de trabajadores eventuales, “la empresa está decidida a avanzar en un plan de reestructuración, sin esperar cuál será la política del nuevo gobierno en el sector”, denunciaron los damnificados.

“Exigimos a la gerencia de CONUAR, perteneciente al Grupo Pérez Companc, que se abstenga de esta decisión ante la posibilidad de que el nuevo gobierno reactive la industria nacional y sobre todo el plan nuclear argentino”, reclamaron los trabajadores.