viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Gremiales | 6 sep 2019

ANÁLISIS

El escenario del país post Macri: mercado laboral en crisis y el fin de la clase media

El país ya piensa en la era que se abre a partir del 10 de diciembre. Los datos marcan un parate en la industria que profundizará el desempleo y la pérdida de salarios. Los gremios quieren discutir salarios, pero sin agitar el fantasma de un paro. Por su parte, la clase media quedó golpeada por la crisis, y en la era Macri 2,5 millones de personas pasaron de ese estrato a la pobreza.


Por: Diego Lanese

Si es como dice la canción “Macri ya fue”, no es descabellado creer que la mayoría de los actores de poder estén pensando en el escenario que se abre a partir del 10 de diciembre. En los gremios, la derrota del oficialismo fue una forma de ratificar sus críticas al modelo que representa el macrismo, que con sus matices y sus vaivenes fueron enfrentando desde que llegaron a la Casa Rosada. Ahora ya piensan en la forma en que se relacionarán con el futuro gobierno, al cual apoyarán (suponiendo que el ganador de las elecciones de octubre sea, como todo lo indica, el Frente de Todos). Y para eso, hay que saber en qué país se deberán mover.

 

Los datos sobre la realidad del país se analizan en cada noticiero, de la mano del deterioro económico. Desde lo laboral, lo que se espera es un escenario de conflictividad, en especial por el impacto de la recesión, que tiene a varias industrias en jaque. El mercado laboral está en deterioro constante, y eso lo saben los gremios, que piden medidas para no sólo recomponer el salario -lo que sería una cuestión urgente-, sino para que a largo plazo se vuelva a crear empleo.

 

En este sentido, el centro de análisis de la CTA de los Trabajadores CIFRA advierte sobre una nueva baja en la actividad industrial, que se completa con el desplome de la construcción y otras áreas generadoras de trabajo. “La producción industrial cayó 6,9 por ciento en junio de 2019 respecto al mismo período del año anterior”, remarca el trabajo de la entidad, al que tuvo acceso Política del Sur. En concreto, CIFRA resalta “la contracción de la industria automotriz (-28,7 por ciento)”. Por su parte, “los despachos de cemento se redujeron 11,1 por ciento interanual, en tanto que la actividad de la construcción marcó una contracción del 11,8 por ciento”.

 

Para colmo, la  proyección del centro no es la mejor, en especial por el nuevo escenario posterior a las PASO. “La fase recesiva se mantenía en la mayoría de las actividades económicas y los indicadores disponibles de junio confirman esa tendencia: caídas en la industria, la construcción y en diversos indicadores de consumo en un contexto en el que el salario real promedio, a pesar de las negociaciones paritarias, sostenía una contracción en torno al 9 por ciento interanual”, alerta.

 

En ese marco, la devaluación posterior a las primarias “no hace otra cosa que consolidar el proceso recesivo, y las medidas de ingresos anunciadas por el gobierno constituyen un aliciente aunque insuficiente: su costo fiscal (40 mil millones de pesos según información oficial) representa menos del 0,2 por ciento del PIB y del 0,3 por ciento del consumo privado y, según afirma el gobierno, será financiado con recortes en otras partidas presupuestarias, lo cual reduce en gran medida su potencial efecto económico”, concluye el informe de CIFRA.

 

Ante este panorama desalentador, los gremios comienzan a pensar cómo pararse ante la coyuntura, haciendo equilibrio en su negativa a realizar paros hasta las elecciones de octubre pero viendo que los trabajadores no pueden esperar al nuevo gobierno. Por eso una alternativa es activar reclamos de reapertura de paritarias en el sector privado y público. Por estas horas, varios gremios que firmaron subas en promedio del 30 por ciento salieron a pedir la revisión de los acuerdos salariales para compensar la inflación, que a fin de año superaría el 55 por ciento.

 

En este sentido, la industria es otro foco de peleas. Luego de que el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, se mostrara abierto el lunes a renegociar salarios, el líder del gremio de la alimentación, Rodolfo Daer, confirmó que reabrirá la discusión en su sector, uno de los más golpeados por esta realidad. El sindicato del neumático, por otra parte, pidió en las últimas horas adelantar la revisión del acuerdo, una instancia que estaba prevista para fines de este mes, según confirmó el titular del SUTNA, Alejandro Crespo.

 

¿Y la clase media?

 

“Me parece que hay un reclamo de la clase media y de los trabajadores. De ninguna manera esperábamos ese resultado. Tiene que ver con un componente de castigo de sectores que indudablemente tuvieron el impacto de la devaluación del 2018 y del ajuste tarifario”, dijo a modo de confesión hace unos días Miguel Ángel Pichetto, el senador y candidato a vicepresidente del gobierno. El diagnóstico parece acertado, si se tiene en cuenta que ese sector, vagamente identificado con la clase media, es el que según los números lleva las de perder en la herencia macrista.

 

Pero qué es hoy la clase media, se preguntan muchos. El economista y exdiputado nacional Claudio Lozano hace una aproximación. “Más allá de rasgos culturales construidos a lo largo de la historia, desde la perspectiva de los ingresos la Argentina clasemediera no domina ya el paisaje social de nuestro país”, explicó, en el marco del informe Aproximación a la Estructura Social de la Argentina actual, elaborado junto a Ana Rameri.

 

La información disponible permite concluir que “el 57,4 por ciento de la población se encuentra en situación de vulnerabilidad social que va, desde la fragilidad de ingresos hasta la indigencia”. “Se trata de 25,7 millones de personas que viven en hogares con consumos por debajo de lo socialmente aceptable. De ese total el 60 por ciento son pobres y el 40 por ciento restante transita entre la vulnerabilidad y la fragilidad de ingresos”, agrega el trabajo, al que tuvo acceso Política del Sur.

 

El análisis incorpora también una comparación entre la estratificación social actual y los vigentes cuatro años atrás en el primer trimestre del 2015. “Al hacer la comparación surge con nitidez no sólo el aumento de la indigencia (más de 600 mil personas) y de la pobreza (más de 2.300.000 personas), sino también el aporte significativo que a dichos incrementos hace el derrumbe de los estratos medios de la población”, subraya el informe difundido por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).

 

En concreto, en el período Macri-Cambiemos, “los sectores medios pasan de representar el 43,5 por ciento de la población a significar el 37,4 por ciento”. “Considerando la evolución demográfica se puede concluir que más de 2.700.000 personas dejaron de pertenecer a los estratos medios de la población. De ese total, el 71,6 por ciento (más de 1.900.000 personas) pasa a engrosar el estrato de pobres no indigentes, el 17,8 por ciento (más de 490 mil personas) pasan del estrato medio a la indigencia, el 3,7 por ciento (más de 86 mil habitantes) se suma a la población vulnerable y el 0,2 por ciento (5.600 personas) se sumaron a la población con fragilidad de ingresos”, desmenuza el informe.

 

Como dato de color, resalta que “sólo el 7,4 por ciento (unas 200 mil personas) vivieron un proceso de movilidad social ascendente y pasaron a ser parte de los sectores acomodados”.

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