Desde el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, donde se encuentra alojado cumpliendo prisión domiciliaria en el marco de la denominada “Megacausa de La Salada”, Jorge Castillo mantuvo una entrevista con el programa radial Política del Sur en la que rechazó las acusaciones en su contra y consideró que su detención es parte “de un secuestro extorsivo”.

 

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El denominado "Rey de la Salada" calificó su caso como “una causa mediática y política” de parte del Gobierno de la Provincia, a cargo María Eugenia Vidal, para sacarlo del millonario negocio.

 

“La causa de fondo era tener caja política, y para eso, además del poder político y judicial, necesitaban explotar la calle con el negocio de La Salada y yo me negué”, disparó.

 

A más de dos años de su arresto, imputado por asociación ilícita, evasión de impuestos y lavado de dinero,  Castillo recordó el momento en que fue aprehendido en el interior de su casa de Luján durante un operativo montado por efectivos de la Policía Bonaerense. Debido a que se resistió a los tiros, fue imputado también por “tentativa de homicidio”.

 

Según su versión acerca de los hechos ocurridos aquella mañana del 21 de julio de 2017, Castillo aseguró que los uniformados “jamás se identificaron” y que por ello, efectuó dos disparos de advertencia por la mirilla de la puerta para defender a su familia. “Pensé que eran malandras que entraron a robar”, precisó, y negó haber herido a uno de los agentes que participaron del despliegue policial, tal como figuraría en el expediente.

 

 

Consultado sobre ello, acusó al fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, de manipular la declaración de los policías.

 

“Trabaja para el poder político de la banda manejada por (la gobernadora bonaerense, María Eugenia) Vidal”, manifestó, y aseguró que “es todo mentira”. “Yo defendí a mi familia. Realicé dos tiros de advertencia por la mirilla de la puerta y ellos bajaron corriendo la escalera. Hasta ahí, para mí eran malandras". 

 

“Este gobierno habla de corrupción, de narcotráfico, del juego clandestino, de las mafias. Analicemos las cosas como son. La Gobernadora es una jefa de asociación ilícita en la provincia de Buenos Aires”, denuncó el feriante.

 

La Justicia investiga la supuesta evasión de 350 millones de pesos y lavado de dinero, después de una denuncia realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Se trata de la misma investigación en la que se lo acusa como líder de una banda que cobraba alquileres de puestos ilegales en la feria a modo de extorsión, la cual fue elevada a juicio. Sin embargo, aún se desconoce la fecha en la que sería juzgado junto al resto de las personas que también se encuentran procesadas.

 

DATO: Castillo está detenido en el Complejo Penitenciario N° 4 de Ezeiza, bajo el sistema IRIC (Intervención para la reducción de los índices de corrupción)

 

Sobre su situación procesal al cumplirse 25 meses de estar tras las rejas, Castillo auguró que “hay una esperanza de que las cosas van a cambiar y se va hacer justicia”, en referencia a la posibilidad de que el Gobierno pierda las elecciones nacionales de octubre. “Por más que no cambie el gobierno, de todas maneras se va hacer justicia, porque la verdad siempre sale al final del camino”, se entusiasmó.

 

A pesar de la serie de detenciones y las causas iniciadas desde mediados del 2017, La Salada continúa funcionando, y a diferencia de entonces, los vendedores trabajan también de día. “Yo nunca pude trabajar de día y ahora la Municipalidad apretó”, contó. En ese marco, lanzó también criticas contra el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, contra quién sintetizó su enojo con una simple sentencia: “No existe”.

 

Sacó el 55% porque le compite el PRO, el tueo

 

Por último, apuntó directamente al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, a quien calificó como uno de los integrantes de la banda “que preparó todo” para sacarlo del medio “con la connivencia del Poder Judicial”.

 

En el transcurso del tiempo que permaneció recluido en el Penal de Ezeiza, indicó que compartió el pabellón con el ex vicepresidente de Independiente, Noray Ñakys, preso por presuntos vínculos con la barra brava del club.

 

“Noray Ñakys me dijo que cuando iba (Cristian) Ritondo, iba drogado al club, y cuando se iba para la concentración de los menores, tenían que ponerle seguridad porque quería manosear a lo pibes”, denunció.