En el marco del 35° aniversario de la creación del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (Sacra), integrantes de este gremio realizarán mañana en la Plaza Alsina de Avellaneda (avenida Mitre al 700) una actividad para hacer visible una de sus históricas banderas: la Jubilación de Amas de Casa.

Durante la actividad, que se desarrollará desde las 10.30 hasta las 13.30, estarán presentes la secretaria general del gremio, María Lucila “Pimpi” Colombo, y su par en Avellaneda, Marcela Caiafa, quienes reivindican que el 18 de agosto de 1984 se realizó en Tucumán el Primer Congreso Nacional de lo que luego sería Sacra.

Sobre esta fecha, Caiafa manifestó a través de un comunicado: “No es fácil que una organización perdure tantos años sin más financiamiento que el que nosotras mismas (trabajadoras sin sueldo) generamos; sin gerenciamiento de ningún partido político o institución de ningún tipo; sorteando las diferencias y dificultades cotidianas entre todas, con presencia y desarrollo en casi todo el país.”

Y agregó: “Por todo eso estamos orgullosas y felices... pues hemos demostrado ser capaces de organizarnos y pelear por nuestros derechos y eso nos ha erigido en un espacio de referencia para todas las mujeres.”

Por su parte, por medio de una carta, “Pimpi” Colombo enumeró los logros de la organización, entre ellos la creación de su obra social sindical (Ossacra), que hasta el momento funciona en trece provincias, como así también aquellas políticas de inclusión a las que acompañaron, como la moratoria previsional en el gobierno de Néstor Kirchner, la Asignación Universal por Hijo (AUH), el programa “Ellas Hacen” -hoy conocido como “Hacemos Futuro Juntas”- y recientemente, la prórroga por tres años de la moratoria previsional.

“Con el lema ‘Señora no diga más yo no trabajo, diga soy ama de casa’, pusimos en marcha una reivindicación revolucionaria del trabajo que realizamos la enorme mayoría de las mujeres”, remarcó, y añadió: “Sólo podremos erradicar la violencia de género si construimos una convivencia de respeto, equitativa entre varones y mujeres y que garantice, valorizando el trabajo doméstico, que todas las mujeres podamos acceder a la autonomía económica.”