Por: Diego Lanese

Con una nueva corrida, el dólar cerró ayer por encima de los 60 pesos y potencia la crisis económica que se desató luego del resultado de las PASO. El impacto en los más vulnerables obligó al Gobierno a hacer un anuncio de medidas que buscan beneficiar a trabajadores, estatales y otros sectores, los cuales deberán afrontar la espiral inflacionaria que esta devaluación traerá.

 

Los números marcan que hasta la crisis de esta semana la realidad de los sueldos ya era mala. Según un informe, sólo este año los salarios cayeron un 10 por ciento, en un contexto donde además aumentó la destrucción de los puestos de trabajo registrados, que a su vez aumentó la desocupación. Con estos datos, las centrales obreras irán a la reunión del Consejo del Salario con la idea de subir el mínimo por encima de la línea de pobreza.

 

El Observatorio del Derecho Social realizó su habitual análisis de los datos laborales del segundo trimestre del año y alertó sobre la pérdida de los salarios respecto de la inflación, algo que se potenciará con estos días de crisis. “El salario real continuó deteriorándose en los primeros meses del año, registrando una caída interanual superior al 10 por ciento en el mes de mayo sin que se observe un proceso de reversión de este deterioro en el corto o mediano plazo”, destaca el informe de la entidad, al que tuvo acceso Política del Sur.

 

Esta caída “continuó en los primeros meses de 2019, profundizando de esta manera la fuerte caída que se había registrado en el 2018. En el mes de mayo las remuneraciones en el sector privado disminuyeron un 11,2 por ciento en términos interanuales, mientras que en el sector público la caída fue del 10,5 por ciento”, agrega el Observatorio, que depende de la CTA Autónoma.

 

“El retroceso registrado en los primeros meses del año contradice el discurso oficial que sostenía que los aumentos pactados en las revisiones salariales de las paritarias 2018 permitirían una recuperación en términos reales. A la fecha dichos aumentos ya han terminado de efectivizarse y han comenzado a regir muchos acuerdos correspondientes al período 2019, cuyo resultado al menos en los primeros cinco meses del año ha sido morigerar el ritmo de caída del salario real, pero no la variación negativa”, analiza el trabajo.

 

En este sentido, se considera que “difícilmente los incrementos pendientes permitan sostener un proceso de recuperación de las remuneraciones en términos reales, pudiendo esperarse a lo sumo una estabilización en niveles que se encuentran entre un 15 y un 20 por ciento por debajo de los del año 2015”.

 

De la mano de este desplome, se produjo un aumento en la destrucción de empleo registrado. “La caída del empleo es generalizada y en sectores como la industria, el comercio, la gastronomía y el transporte los datos de mayo muestran los deterioros interanuales más importantes de la última década”, destaca el observatorio.

 

Y concluye: “La evolución del empleo registrado en el sector privado a lo largo del primer semestre de 2019 mostró una profundización de la retracción iniciada a comienzos de 2018. En mayo se verificó una caída de 178.342 trabajadores en comparación con marzo de 2018, momento en que el empleo registrado comenzó a retroceder en la variación mensual casi sin excepciones. En efecto, en 13 de los últimos 14 meses la variación mensual fue negativa en la serie desestacionalizada.”

 

Estos datos fueron elaborados antes de las elecciones y la corrida cambiaria, lo que hace sospechar que en el corto plazo los indicadores empeorarán. Una de las medidas anunciadas para paliar este efecto es la suba del Salario Mínimo, Vital y Móvil, a partir de la convocatoria del Consejo del Salario. Este espacio sienta en una mesa a empresarios, gremios y el Gobierno para fijar este haber, que además marca los niveles de algunas pensiones, el seguro de desempleo y otros planes.

 

En este sentido, fuentes sindicales adelantaron a Política del Sur que propondrán que el mínimo alcance los niveles de la canasta de pobreza. En la actualidad, el salario es de 12.500 pesos y la canasta de pobreza está, según distintas mediciones, por encima de los 30 mil pesos.