Por: Diego Lanese

Con un paro de actividades en los sectores de carga comercial y control de equipajes, los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que prestan servicio en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza protestaron por los problemas que existen en los controles sanitarios en la frontera argentina, en especial en esa terminal aérea. La protesta se definió como un “paro a la japonesa”, ya que se intensificaron los controles, generando demoras en las operaciones del lugar.

 

El reclamo de la seccional de ATE apunta a que las autoridades del organismo nacional vuelvan a pagar la compensación salarial, quitada recientemente, y a que las autoridades de Aeropuertos 2000 abone la tasa aeroportuaria a los empleados.

 

En este contexto, se denunció las condiciones de vulnerabilidad de la frontera, en momentos en que el planeta se encuentra en alerta por la denominada “peste porcina africana”, que en China obligó a sacrificios masivos de cerdos por temor a los contagios.

 

Desde ATE-Senasa informaron que hubo “un alto acatamiento” del paro general de actividades en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, lo cual -entre otras cosas- paralizó las exportaciones de animales vivos y productos derivados y vegetales.

 

Además, según informaron desde el gremio a Política del Sur, como ya sucedió en otras oportunidades, en el sector de control de equipajes se aplicará la modalidad “paro a la japonesa”, que consiste en intensificar los controles, revisando todos los equipajes que llegan al país. Esto generó en las primeras horas de la protesta el decomiso de unos 600 kilos de productos prohibidos, tanto de origen animal como vegetal. La medida generó demoras en las operaciones de la terminal aérea.

 

Estos controles deben hacerse cada día, pero los estatales denuncian que por falta de personal y de recursos no siempre se hacen. Esta vez se logrará este cometido concentrando todo el personal durante la jornada, lo que se considera “un esfuerzo descomunal”.

 

Según los empleados de Senasa, la protesta “puso en evidencia claramente la fragilidad y vulnerabilidad de los controles fitozoosanitarios en la frontera más importante del país, como es el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y desnudó lo anacrónico y perimido en que quedó la estructura de controles sobre pasajeros internacionales al ingreso a nuestro país”.

 

En materia sanitaria, los controles en el mundo apuntan a una nueva amenaza: la peste porcina africana. Los primeros focos asiáticos de esta enfermedad fueron detectados en 2017 en la zona rusa de Siberia. Llegó a territorio chino en agosto del año pasado y desde entonces comenzó a expandirse por la mayor parte tanto de esa nación como de Mongolia, Vietnam y Camboya.

 

La fiebre porcina africana en China es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa con capacidad para liquidar hasta el cien por ciento de los planteles de cerdos afectados. El virus es muy resistente y puede sobrevivir por semanas e incluso meses en la carne de cerdo curada o salada. Esto hizo que en China se sacrificaran poblaciones enteras de cerdos para intentar frenar la peste.

 

“Las últimas noticias hablan de brotes en Inglaterra y otros países de Europa, y en nuestro país, en vez de reforzar los controles con más trabajadores en la principal frontera del país para evitar su ingreso, las autoridades de SENASA hacen oídos sordos, con la quita de la compensación salarial”, denunció ATE.

 

La quita salarial es el eje del conflicto gremial, ya que las autoridades se niegan a pagar las horas que los empleados hacen fuera de sus turnos, como parte de los controles sanitarios. Además de reclamar al Estado, el gremio apunta al rol de la empresa Aeropuertos 2000.

 

“Deben incluir a los empleados del Senasa en la tasa aeroportuaria”, dijeron a Política del Sur fuentes sindicales. Este canon es denominado Tasa Aeroportuaria Única, vigente por el decreto 1409/99. Senasa es el único organismo estatal que no se encuentra incluido en la misma, por lo que no recibe esos recursos.