Por: Ruben Molina

La semana política en la región culminó con una conclusión, que no es nueva, al ratificarse aquella máxima de que los intendentes son "los dueños de la lapicera". Las definiciones en torno a los recientes armados de listas corroboraron la idea. No hubo un solo distrito en el que a los jefes comunales se les presentaran listas adversas. Ellos fueron los amos y señores a la hora de definir quiénes serán los candidatos locales.

El concepto corre tanto para los de Juntos por el Cambio como para los de Frente de Todos. La diferencia la marcó el lavagnismo. Paradójico: en Consenso Federal se dispuso que las candidaturas locales no surgieran por "consenso", sino por elecciones "libres" a través de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

La semana comenzó con las presentaciones de listas hechas por las diferentes alianzas. Culminó con la decisión, por parte de las respectivas juntas electorales, de cuáles quedaron en pie y cuáles fueron dadas de baja.

En el Frente de Todos, finalmente se resolvió "blindar" a los intendentes en ejercicio y no permitir ninguna lista opositora. Diferente fue la resolución en aquellas comunas en las que no se ejercía la administración. Allí, los "sin tierra" tendrán la posibilidad de dirimir fuerzas. Claro que en cada uno de esos municipios hay un candidato que cabalgará con el "caballo del comisario".

Lanús será el único distrito en el que el Frente de Todos tendrá una vederara PASO. Habrá cuatro sectores en pugna, aunque el hombre elegido por el kirchnerismo es Edgardo Depetri.

La decisión de La Cámpora de marcar a Julián Álvarez como "bola negra" le quitó su principal contrincante a la hora de resolver candidaturas. Evidentemente, las diferencias entre el ex viceministro de Justicia de CFK y Máximo Kirchner son irreconciliables. Ni siquiera su excelente amistad con Axel Kicillof le permitieron una chance. Finalmente, "acompañará" la unidad. 

El espacio que encabeza Depetri se potencia con la participación del massista Nicolás Russo. Tal vez el verdadero ganador de la "movida". El titular del Club Lanús fue una de las voces que más bregó públicamente por la vuelta al justicialismo y remarcó en todo momento la necesidad de alcanzar una unidad dentro del peronismo local. Por lo bajo siempre dejó en claro sus pocas ganas de encarar un proceso por la jefatura comunal. En la "rosca" se aseguró un lugar en el futuro Concejo Deliberante: ocupará el primer lugar en la boleta.

Lomas de Zamora es otro caso particular. El justicialista Martín Insaurralde recibió dos desafíos: Pablo Paladino y Juan María Viñales. Ambos fueron, por diversos motivos "técnicos", dados de baja por la Junta Electoral para participar de las PASO.

De todas formas, el viernes pasado, durante la Promesa a la Bandera, en diálogo con la prensa el jefe comunal dejó abierta la posibilidad de que ambos puedan hacerlo en el ámbito local con la "boleta corta". Al cierre de esta edición no había información sobre los pasos a seguir por estos dirigentes.

Desde el sector de los intendentes aseguraron en off the record que siempre se supo que no iba a haber posibilidad de desafíos locales y que las listas siempre estuvieron abiertas para que participen todos los sectores.

Al mismo tiempo, y muy a pesar de la mayoría de los comentarios, destacaron el cierre logrado por los alcaldes bonaerenses a exprensas de La Cámpora. Tal vez en el acuerdo alcanzado se escondan promesas de futuros espacios en eventuales gabinetes. Claro que primero habrá que ganar en la Provincia y en la Nación.

Una muestra de la "concordancia" es la confirmación de que el próximo sábado, Máximo Kirchner visitará Lomas de Zamora. En el Frente de Todos sobra confianza. Por el lado de Juntos por el Cambio no hubo muchas novedades en materia electoral. En Lanús, Grindetti ratificó aquello de la "lapicera".

Tal vez el dato más sustancial haya sido el paso al costado de Baldomero "Cacho" Álvarez, quien finalmente no participará del proceso de manera directa. Un polémico audio circuló el sábado de la semana pasada por la noche, día del cierre de listas, en el que el exintendente de Avellaneda relataba la fuerte discusión que había mantenido con Néstor Grindetti y Jorge Macri durante las negociaciones por los cargos seccionales. La grabación concluía con la "libertad de acción" para sus seguidores.

El ex jefe comunal apoyará, en acuerdo con la exconcejal massista Sandra Alice, a su hijo Maximiliano Álvarez, quien encabezará una de las  listas del lavagnismo en el distrito avellanedense.

Pese a la disputa, el pichettismo logró presencia seccional y distrital dentro de las listas de Juntos por el Cambio. En la Tercera Sección Electoral, Claudia Rucci será candidata a senadora provincial en tercer lugar.

En ese contexto, en el orden local, tal vez lo más destacado haya sido lo ocurrido con la presencia de Omar López en la boleta de Grindetti. Un dirigente peronista de fuerte presencia territorial que le puede sumar votos a la difícil tarea que tendrá el PRO en su objetivo de retener el Municipio.

En tanto, en Almirante Brown fracasó la posibilidad de presentar una lista que le hiciera frente a Carlos Regazzoni. No hubo caso: Miriam Niveyro se quedó con las ganas. La alternativa será una agrupación vecinalista. 

En el lavagnismo, la decisión fue totalmente distinta a la tomada por el Frente de Todos. Copada por el duhaldismo, y particularmente por Hilda "Chiche" Duhalde, la Tercera Sección del frente Consenso Federal resolvió que las diferencias se resolverán a través de elecciones. Entre dos y tres listas por distrito fueron habilitadas.

La resolución fue muy criticada por algunos sectores, sobre todo por aquellos provenientes del peronismo delasotista, el GEN y el socialismo, quienes apuntaron contra la esposa del expresidente de la Nación y optaron por quedar al margen del proceso. Un fiel ejemplo de esto fue la renuncia de Luis Figuerón, quien había firmado en segundo término en la lista encabezada por Eduardo Amalvy. 

Así las cosas, el panaroma regional comienza a aclararse y a tomar forma de lo que se viene para las PASO del 11 de agosto. Si bien hay algunas cosas por confirmar aún, algo volvió a quedar más que claro: los dueños de la lapicera volvieron a ser los mismos. Hay cosas que en la Argentina, y particularmente en la provincia de Buenos Aires, no cambian.