Gremiales | 19 mar 2019
COTRAMELL
Expectativa entre los despedidos de Canale por la formación de la cooperativa de trabajo
Mientras esperan que la Justicia decrete la quiebra de Canale, los trabajadores cumplen horario desde las 8 hasta las 12 y se organizan para hacer un mantenimiento de las máquinas.
La conformación de la Cooperativa de Trabajo Metalúrgica de Llavallol (Cotramell), que está integrada por 63 trabajadores despedidos de la fábrica Canale, se encuentra cada vez más cerca de comenzar a producir. Sólo faltan ciertos pasos burocráticos, como que la Justicia decrete la quiebra de la empresa que cerró en noviembre y dejó a 83 personas sin una fuente de ingresos.
Los trabajadores de Canale estuvieron sin cobrar sus sueldos desde junio, hasta que unos meses después recibieron sus telegramas de despido. La empresa les quedó debiendo cuatro meses de sueldos, cargas sociales e indemnizaciones. Ante esta situación, realizaron por meses un acampe en la puerta de la fábrica, que finalmente fue levantado a principios de este mes, cuando la Justicia reconoció a la cooperativa Cotramell.
Actualmente, los exempleados de Canale están a cargo de la custodia de los bienes de la fábrica, por lo que decidieron organizarse y empezar a cumplir un horario de lunes a viernes para realizar tareas de mantenimiento, como la lubricación y el encendido de las maquinarias.
El vicepresidente de la cooperativa, Andrés Breen, destacó que el objetivo de asistir todos los días desde las 8 hasta las 12 es que los trabajadores adquieran una “responsabilidad” y un compromiso con las tareas que tendrán que hacer en un futuro y entiendan que están a cargo de una empresa.
La única fuente de ingreso que tienen los trabajadores desde que comenzó el conflicto es una parrilla que es atendida por ellos mismos y actualmente funciona las 24 horas en la puerta de la fábrica. Decenas de vecinos de Llavallol se acercan a diario a comprar y colaborar con la causa, mientras que todo lo recaudado se divide entre los miembros de la cooperativa.
Si bien aún no saben la fecha en que podrán comenzar a producir, los trabajadores están expectantes en que la Justicia decrete la quiebra de Canale y les otorgue el CUIL que necesitan para trabajar bajo la firma Cotramell.
Aunque consideran que la organización de festivales, radios abiertas y actividades de visibilización forma parte de una “etapa anterior”, los trabajadores remarcaron que no piensan “abandonar la lucha” ni quedarse “tranquilos”. Breen advirtió: “Hasta que no consigamos los objetivos, la lucha sigue.”