Por: Por Diego Lanese

“En los próximos meses se va a ir a un paro general”, sostuvo el líder camionero Hugo Moyano, luego de protagonizar con distintos sectores la marcha de antorchas de la semana pasada para protestar contra el aumento de tarifas públicas y transporte anunciado por el gobierno nacional. La idea de volver a realizar una medida de lucha nacional fue ratificada por Pablo Moyano, cara visible de la jornada, de la que participaron además la Corriente Federal, el Frente Sindical para el Modelo Nacional y las 62 Organizaciones Peronistas, además de las dos CTA.

El posible paro nacional se contrapone con la postura de otros dirigentes, como Hugo Yasky, que habló de evitar este tipo de medidas en 2019 por el proceso electoral. Pero en el entorno de la dirigencia camionera creen que hay condiciones para realizar el paro. “Será en febrero o marzo”, deslizaron, e incluso anticipan en voz baja, lo que genera preocupación en la Casa Rosada. Además, la dirigencia dice que existe un inminente “quiebre social” debido al deterioro de la economía y el aumento del costo de vida generalizado.

La organización de la jornada del jueves pasado no ocultó su satisfacción por la movilización, que terminó frente al Congreso con la lectura de un documento conjunto donde criticaron con dureza las políticas del gobierno de Mauricio Macri y alertaron sobre los problemas que sufren los trabajadores y jubilados. A la hora de hacer balances, en los distintos espacios aseguran que las protestas en el interior del país, que comenzarán esta semana, se verá “el mal humor social reinante”, y no descartaron un paro nacional, como anticiparon los Moyano.

“Es inevitable ir a una medida de fuerza de este tipo, el Gobierno no tiene ningún diálogo con la sociedad. Los tarifazos fueron la gota que rebalsó el vaso”, sostuvo un dirigente que responde a la fracción de las 62 Organizaciones, que lidera Horacio Valdez. En diálogo con Política del Sur, adelantó incluso que en encuentros informales ya se habló de una fecha para el paro: “Será en febrero o marzo, a más tardar”, sugirieron.

En diciembre pasado, el líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, había dicho que no pensaba que en 2019 se deberían hacer paros, por el proceso electoral que se abre. “Salvo que tuviéramos una provocación grave, hay que evitar hacer paros en el año electoral”, sostuvo. Su argumento es que el gobierno de Macri “quiere enfrentar a los sindicalistas”, y una protesta no ayudaría al armado opositor. Pero en el moyanismo piensan distinto. 

Luego de la jornada del jueves, la dirigencia advierte que se acerca un “momento de quiebre social”, que los tarifazos no hacen más que exponer. “Como sucedió en 2001, el tejido social se está resquebrajando, la pobreza aumenta y la respuesta es más represión. Están jugando con fuego”, agregó el mismo dirigente consultado. La próxima protesta contra los aumentos será esta semana en la ciudad de Santa Fe y Rosario, para continuar los próximos tres jueves en Mar del Plata, Bariloche, Córdoba y Mendoza.

Durante la primera protesta, la organización leyó un duro documento, donde se criticó con fuerza las medidas gubernamentales. “Estamos frente a una fracción rapaz de la clase dominante que, incluso, no duda en disciplinar a sus antiguos socios en el bloque de poder con los mismos argumentos judiciales con los que persigue a una parte de la oposición”, sostiene el texto leído frente al Congreso.

Y agrega: “Que quede claro, entonces: no nos resignamos ni levantamos bandera blanca y seguiremos en las calles movilizados hasta derrotar la política del hambre y el ajuste. Decimos no a la reforma laboral. Decimos no a la reforma previsional. Decimos no al tarifazo. Basta de atropellos contra el pueblo argentino.” Además, los integrantes de la protesta les pidieron a los bloques legisladores opositores que unan esfuerzos para revertir los aumentos desde la laboral parlamentaria.