La Ley anti barrabravas, que persigue el objetivo de combatir las mafias en el fútbol, fue devuelta a Comisión por desacuerdos en particular, a pesar de haber sido aprobada en la votación general en la última sesión de la Cámara baja. El diputado nacional por Cambiemos Martín Medina se mostró “optimista” con el debate, que deberá esperar hasta el 2019.

En diálogo con el programa radial Política del Sur, el legislador lamentó el “laburo de consenso que se trató de hacer” desde el recinto e indicó que se había llegado a la sesión “con un texto consensuado”. Sin embargo, especuló que la contraposición registrada durante el debate se debió a que “la Cámara de Senadores había anunciado que no iba a tratar el tema este año”.

El detonante para presentar el proyecto en la que probablemente fue la última sesión de Diputados fueron los inconvenientes previos a la final de la Copa Libertadores entre River y Boca. “Como hincha, quiero ir con mi hija a la cancha sin ningún miedo, y para eso hay que dar una batalla real contra los barras”, manifestó Medina.

Según el referente del oficialismo, la radicación de las mafias este ámbito depende del “compromiso de las estructuras políticas y los dirigentes de fútbol para ir en contra de los delincuentes”. Auguró que el próximo año “se sancionará una ley muy positiva, pero la discusión va más allá del proyecto”.

“La lucha contra las barras no va por una ley, tiene que ver con la voluntad política”, consideró, y denunció que “la violencia en el fútbol y lo que respecta a las barras se profundizó”. “Contabilizamos más de 100 muertos alrededor de las canchas en los últimos 15 años”, lo que demuestra que “ha fracasado la política respecto al fútbol”, cuestionó.

Ley Micaela

La iniciativa establece la capacitación a funcionarios públicos de los tres poderes del Estado sobre la violencia de género y prevé sanciones para quienes no la cumplan. Obtuvo media sanción por 171 votos a favor, uno en contra y 84 diputados ausentes.

Medina sostuvo que el proyecto “no tiene nada que ver con la ideología de género”, y aclaró que en el Congreso rige un “procedimiento interno donde se da la concientización y hay una política fuerte para evitar la violencia hacia las mujeres”. Además, advirtió que “hay casos que las mujeres tienen poder y ejercen violencia contra los hombres”.

El proyecto adoptó el nombre en homenaje a Micaela García, de 21 años, víctima de femicidio en abril de 2017.