El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, Hernán Doval, descargó nuevamente contra el intendente del distrito, Jorge Ferraresi, tras la confirmación por parte de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) de comenzar a generar demandas en contra de aquellos jefes comunales que no cumplan con la ley vigente.

En diálogo con el programa radial Política del Sur, Doval diferenció a Ferraresi del resto de los intendentes que se encuentran en conflicto con sus empleados, asegurando que es el más violento de la provincia en su accionar al utilizar métodos represivos y mecanismos de “tortura psicológica”. Sobre ello, remarcó que, en el caso de Avellaneda, la denuncia es penal, al acusar la práctica desleal y la violación de siete figuras del Código Penal.

En esta línea, el ex diputado provincial argumentó que en el Municipio entró en vigencia el “régimen supletorio”, que evitó la aprobación de un convenio impuesto por el Intendente que -según el entrevistado- “era peor que la ley derogada anteriormente”. “Al entrar en vigencia el supletorio, el trabajo tiene muchos derechos; por tanto, le estamos dando difusión a los artículos”, manifestó.

Respecto a la nueva iniciativa de demandas por incumplimiento de las paritarias, Doval recordó que en Avellaneda, el año pasado Ferraresi dio un aumento por decreto sin convocar a la negociación, el cual fue promulgado con un porcentaje del 30 por ciento que, en realidad, medido anualmente significaba el 15 por ciento sin cláusula gatillo.

“Queremos que frente a la Justicia den explicaciones de los crímenes que cometieron en Avellaneda. Hubo un enceguecimiento del Intendente contra este sindicato y no midió las consecuencias. Ahora están condenados por el Código Penal”, enfatizó el dirigente gremial.

Por otro lado, Doval se refirió a los rumores sobre una supuesta reunión de su sindicato con la senadora nacional de Cambiemos Gladys González. Aclaró que mantiene diálogo con todos los actores políticos de la comuna y que no tiene inconvenientes en “tomar un café” con todos. “Lo único que pido es que se respete al trabajador”, puntualizó.