Trabajadores de la economía popular se movilizaron frente a la Municipalidad de Lanús para reclamar el pago de un bono de fin de año, aumentos salariales y la entrega de productos navideños, y responsabilizan directamente a la gestión del intendente Julián Álvarez por la falta de respuestas.
“El municipio decidió no entregar el bono navideño ni aumentar el salario de los barrenderos y promotoras de salud”, denunció la referente de La Dignidad y secretaria de Género y Diversidad de la UTEP, Marina Joski, en diálogo con Política del Sur.
La protesta se realizó en la sede municipal y reunió a alrededor de 300 cooperativistas, en su mayoría trabajadores de barrido, promotoras de salud y de la economía social, que actualmente perciben 130.000 pesos mensuales. Según explicó Joski, el reclamo surge ante “la negativa del municipio” de atenderlos, en un contexto de crisis social que definió como “de hambruna para los sectores más vulnerables”.
“Con 130.000 pesos no se sostiene ni siquiera la yerba de un mes de una familia”, sostuvo la dirigente, y señaló que, además de congelar los salarios, la gestión local dejó sin productos navideños a las familias que asisten a los comedores, que alcanzan a casi 10.000 hogares.
“No estamos pidiendo nada extraordinario: estamos hablando del aguinaldo de trabajadores que cobran 130.000 pesos”, remarcó.
Joski también cuestionó las prioridades presupuestarias del municipio. Detalló que el 30% del presupuesto de Lanús se destina a barrido y recolección, pero que el 90% de ese trabajo lo realizan cooperativistas con salarios muy por debajo de la canasta básica, mientras que “los grandes convenios los tienen empresas privadas”. “El municipio sostiene salarios de miseria y al mismo tiempo excluye a las cooperativas de las obras públicas”, afirmó.
En relación al desarrollo de la protesta, la referente de la UTEP fue contundente con el accionar del Ejecutivo local. “Durante cuatro horas se decidió no atender a los trabajadores, que estuvieron esperando bajo el sol. Esa decisión genera angustia y desesperación”, señaló, y confirmó que recién después de la movilización lograron que una comisión sea recibida por el intendente el viernes.
La dirigente rechazó que el conflicto tenga un trasfondo político y apuntó a una lectura equivocada por parte del gobierno municipal. “Se confunden reclamos de derechos laborales con internas políticas. Decidir no dar un bono, sostener un salario de 130.000 pesos y no abrirle las puertas a las cooperativas iba a generar conflicto; sería ilógico que no lo hiciera”, afirmó Marina.
Desde la UTEP aseguraron que continúan en estado de alerta y que esperan una respuesta inmediata de la gestión de Julián Álvarez. “Sin bono y sin alimentos navideños, la Navidad va a ser muy dura. Esperamos que al menos para Año Nuevo nuestras familias puedan empezar el 2026 con un pan dulce y un turrón en la mesa”, expresó Joski.
Finalmente, cuestionó el abordaje del municipio sobre la economía popular y el trabajo cooperativo. “Los trabajadores de la economía popular existimos y necesitamos respuestas. Negar estas realidades es negar la dignidad de las personas”, concluyó.