Por: Federico Cedarri
La nueva composición legislativa votada el pasado 7 de septiembre ya ejerce plenamente en la Cámara Baja bonaerense y obliga un reperfilamiento de espacios políticos. Si bien hasta el momento no se ha votado una modificación del reglamento interno en el Parlamento provincial para avanzar en la figura de interbloque, como si ocurre en el Congreso Nacional, los distintos grupos políticos intentan alianzas estratégicas como una forma de posicionarse mejor en la negociación ante un oficialismo que necesita imprescindiblemente de ocho manos levantadas para garantizar el quórum y arribar a la mayoría simple.
La institucionalización de la figura del interbloque podría plasmarse en breve en el ámbito de la Legislatura bonaerense: es un pedido concreto por el que vienen insistiendo las distintas fuerzas políticas.
El radicalismo abadista viene de sufrir un duro embate asestado por la saladillense Alejandra Lordén y el fernandista trenquelauquense Valentín Miranda, que disgustados por la estrategia de negociación del espacio UCR + Cambio Federal durante a rosca por el endeudamiento decidieron pegar el portazo del espacio que conduce Diego Garciarena. Formaron el espacio UCR-Unión Cívica Radical y se vanaglorian de tener tras suyo el acompañamiento de la mayoría de los alcaldes que integran el foro de intendentes centenarios: además sumaron a la dorreguista Priscila Minaar que ingresó este año catapultada por la oferta de Somos Buenos Aires.
Rápido de reflejos Garciarena se reunió con su par de la Coalición Cívica Andrés De Leo y pactaron trabajar en conjunto buscando recrear una versión vintage del extinto Juntos por el Cambio: el bahíense entró a la Cámara encabezando la boleta de Somos Buenos Aires en representación de la Sexta Sección electoral. Garciarena confirmo en sus redes que conformará con los lilitos un espacio de trabajo articulado, ejerciendo el rol de oposición constructiva al gobierno de Kicillof.
La Coalición Cívica tiene un bloque de tres legisladores, el mencionado De Leo como cabeza de grupo, el productor agropecuario Luciano Bugallo y Romina Braga. En tanto Garciarena se quedó con la monzonista Silvina Vaccarezza y sumó al lunghista Matías Civale. De esta manera, tanto el abadismo como la Coalición Cívica ejercerán una especie de interbloque de seis legisladores que podría terciar en la puja del oficialismo con La Libertad Avanza.
En el medio de este reacomodamiento es un incógnita hasta el momento el rol que ejercerá el espacio que conforma Manuel Pasaglia, la pergaminense Maria Paula Bustos y el también nicoleño Ignacio Mateucci.
Si bien trascendió que tanto De Leo como Garciarena verían con buenos ojos sumar a esta especie de interbloque a Hechos, por el momento no ha habido avances sustantivos ni indicios de que el armado de la Segunda Sección electoral pueda sumarse. Aparte, hay que contemplar que habrá que pulir diferencias concretas entre los espacios para comenzar a bosquejar una agenda unívoca de trabajo.
Garciarena y su bloque votaron afirmativamente el endeudamiento por más de 3500 millones de dólares que solicitó a la Legislatura el gobernador bonaerense Axel Kicillof, mientras que los hermanos Passaglia censuraron la negociación por aquella iniciativa que incluyó cargos en el Directorio del BAPRO.
De hecho, el alcalde de San Nicolás Santiago Passaglia que tenía licencia como diputado se hizo presente el día de la votación y pidió ser reincorporado al Cuerpo para votar en contra de la solicitud de endeudamiento. Esa intención fue desechada ya que no se puede ejercer a la vez dos cargos públicos: Passaglia debería haber pedido en primera instancia licencia como intendente ante el Concejo Deliberante de su pago chico para recién ahí asumir nuevamente en la Cámara Baja.
El posicionamiento concreto ante el gobierno de Axel Kicillof será clave a la hora de tejer acuerdos entre la conjunción ya confirmada de abadismo más lilitos y el sector de Hechos. De concretarse finalmente una confluencia efectiva de los tres sectores se conformaría una especie de interbloque de 9 legisladores: se constituirían a priori en un actor político determinante en la geografía variopinta de la Cámara Baja provincial.