miércoles 17 de diciembre de 2025 - Edición Nº2569

Provincia | 16 dic 2025

LA GUERRA DE DAMAS QUE NADIE VE VENIR

La sombra de Malena sobre Magario y Mayra que con La Cámpora se atrincheran en el PJ

Este viernes se define si habrá internas. Máximo se atrinchera en el PJ, Kicillof podría negociar la permanencia de La Cámpora, pero los intendentes presionan. En el medio, Mayra y Malena miran el sillón de la Provincia, pero sin levantar la perdiz.


Por: Ricardo Carossino

Este viernes 19 de diciembre el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires se reunirá formalmente para discutir el llamado a elecciones internas. Pero nadie en serio cree que se trate de un trámite administrativo. Lo que se cocina es mucho más áspero: una disputa de poder descarnada, donde los apellidos pesan más que los programas y donde, por primera vez en años, la alianza tácita entre Máximo Kirchner y Sergio Massa muestra una fisura real.

El PJ bonaerense no discute solo quién firma las convocatorias o quién preside una mesa. Discute quién controla el principal distrito electoral del país en el camino a 2027, y, sobre todo, quién queda vivo cuando termine de acomodarse el tablero del peronismo post-derrota.

La trinchera camporista

Máximo Kirchner llega a esta instancia debilitado. El fracaso electoral de Unión por la Patria, la pérdida del Gobierno nacional y el creciente murmullo interno contra La Cámpora lo dejaron en una posición incómoda. Sin embargo, el hijo de Cristina no se retira: evalúa volver a competir o, al menos, condicionar a quien lo haga. El mensaje es claro: el PJ bonaerense no se entrega gratis.

Pero el problema ya no es solo la resistencia interna de intendentes o sectores que piden “renovación”. El verdadero problema para Máximo es que el massismo dejó de jugar a la defensiva.

Massa a la espera de mover la dama

Sergio Massa quedó mal parado tras perder el ballotage con Javier Milei. Eso es indiscutible. Pero quien crea que el ex intendente de Tigre se retiró a cuarteles de invierno comete un error de principiante. Massa reconstruye en silencio, y como todo buen jugador de ajedrez, empezó a ver cómo mover la pieza más valiosa sin anunciarlo aún: Malena Galmarini.

En el peronismo bonaerense ya no se habla de Galmarini solo como “la esposa de”. Se la menciona como posible candidata a gobernadora, como articuladora territorial en la Primera Sección y como figura con proyección propia. Y lo más importante: como la carta que Massa quiere imponer frente al kirchnerismo duro.

Fuentes massistas lo admiten sin eufemismos: Massa no piensa regalarle la provincia ni a La Cámpora ni a Axel Kicillof. Si el gobernador sueña con la Presidencia, alguien tiene que quedarse con Buenos Aires. Y para Massa, esa persona no es kirchnerista.

Mayra vs Malena: la pelea que nadie quiere blanquear

Ahí aparece la otra dama del tablero: Mayra Mendoza. La intendenta de Quilmes es mucho más que una dirigente camporista. Es la candidata a gobernadora que Cristina Fernández de Kirchner quiere poner sobre la mesa para negociar con Axel Kicillof su aventura presidencial. El trato sería simple y brutal: Cristina banca a Axel arriba, Axel banca a Mayra abajo.

Ese esquema es dinamita pura para Massa. Porque lo que empieza a insinuarse —todavía en voz baja, todavía entre operadores— es una pelea mucho más furiosa y personal ahora sí, entre Massa y Máximo, canalizada a través de sus figuras más cercanas. No es ideológica. Es de poder. Y es de supervivencia.

Axel Kicillof está atrapado. Necesita sí o sí entre un 10 y un 20% del voto kirchnerista duro para sostener cualquier proyecto presidencial. Pero también sabe que La Cámpora hoy es percibida como “piantavotos” por amplios sectores del electorado bonaerense.

Romper con Máximo implica un riesgo enorme. Abrazarlo demasiado, también. Y ahí es donde Massa aparece como posible garante de volumen electoral sin el lastre camporista. La pregunta que circula en el peronismo, casi susurrada, es letal: ¿Puede Massa garantizarle a Axel los votos necesarios para prescindir de Máximo? Si la respuesta es sí, el kirchnerismo pierde el control del PJ bonaerense. Si es no, Massa queda relegado a negociar desde atrás.

El escenario que nadie descarta

En los pasillos del PJ ya se baraja un escenario de máxima astucia massista:

– No bloquear a Mayra Mendoza en una eventual pelea por la presidencia del PJ bonaerense.

– A cambio, exigir la provincia en 2027 para Malena Galmarini.

– Y si eso falla, poner toda la estructura massista al servicio de la candidatura presidencial de Kicillof, con la condición explícita de que la candidata bonaerense sea Galmarini. Aunque el gobernador también tiene su dama: Verónica Magario que suena fuerte para competir con quien designe Máximo. 

Si Máximo queda tapado por la dinámica del tiempo político, y si Axel no llega a la Rosada (amen de que quiere quedar blindado con Magario en la Provincia), Sergio Massa podría terminar siendo el gran ganador de esta guerra sin balas pero con cuchillos largos. Por ahora es apenas un temblor. Pero en el peronismo bonaerense todos saben cómo empiezan los terremotos.

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