jueves 11 de diciembre de 2025 - Edición Nº2563

Gremiales | 12 dic 2025

CRISIS INDUSTRIAL

Posible cierre de Tenaris Siat en Lanús: “Estamos dispuestos a dar la lucha que sea necesaria”

Los trabajadores de la empresa del Grupo Techint se mantienen en alerta luego que se condicionara la continuidad de la planta si no se producen los tubos para el gasoducto de GNL de Vaca Muerta. Luego de una asamblea, se activaron reuniones con la UOM para prepara medidas si se avanza con este plan.


Por: Diego Lanese

Desde hace un tiempo, Paolo Rocca viene advirtiendo sobre las consecuencias de la apertura indiscriminada de las importaciones, que afecta a varios sectores de peso en la economía argentina. La llegada de acero chino golpeó la producción de Ternium, su principal empresa del rubro, que debió afrontar reducción de personal y turnos.

Pese a su buena llegada a la gestión libertaria, el Grupo Techint no consiguió cambios en la política del gobierno, que avanza por el camino de la desregulación total. Por eso, esta semana se subió el tono en el reclamo.

Desde el entorno de la principal empresa nacional se afirmó que si el gasoducto que une Vaca Muerta con la costa rionegrina de San Antonio se hace con materiales importados, se podría cerrar la planta de Tenaris Siat ubicada en el partido de Lanús.

Allí se produjeron los tubos sin costura para el Gasoducto Néstor Kirchner, y se esperaba que este segundo tramo de la obra, dedicada a la exportación de Gas Natural Licuado (GNL), también tenga tuberías de esa ubicación. Pero en el gobierno analizan usar tubos chinos, lo que despertó la furia de Rocca, que puso a los 400 operarios de la firma en el medio de la disputa.

La amenaza movilizó a los trabajadores, que comenzaron asambleas para definir los pasos a seguir. Por el momento, no hay certezas sobre el posible cierre, pero ya se iniciaron contacto con la dirigencia local y nacional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), para hacer un “frente común”. “Estamos dispuestos a dar la lucha que sea necesaria”, adelantaron.

La planta de Valentín Alsina de Tenaris Siat tiene una larga historia de conflictos, que se intensificaron en los últimos años. En pandemia, por ejemplo, fueron los primeros en denunciar la suspensión del cobro de una bonificación histórica, que representó una baja salarial.

Además, se registraron despidos persecutorios, además de problemas con los contratados para aumentar la producción de los tubos del gasoducto Néstor Kirchner. Pese a todo, se completó la entrega de los materiales, y había un compromiso de seguir trabajando para la nueva etapa de la red, que sacaría GNL de Vaca Muerta.

A fines del año pasado, con la importación de chapa y acero chino, los trabajadores alertaron sobre la posibilidad de que se avance en la compra de tubería para la obra que se suponía iban a realizar en Lanús. Ante esto, las consecuencias eran claras: “Se podría cerrar la planta”.

Ahora, las versiones del entorno de Paolo Rocca confirman este temor. “Esta semana la empresa hizo pública la posición de preocupación de no poder fabricar la tubería de este proyecto, y pone como centro la amenaza de que en todo caso que se den estas cuestiones se cerraría la planta”, le confirmó a Política del Sur el delegado de Tenaris Siat José Villa. A nivel gerencia, recalcó, “nos dicen que están lógicamente preocupados por eso, ya que sin los grandes proyecto no se van a poder hacer como se habían proyectado, y así la condición para la planta se complica mucho”.

Para Techint, una decisión que favorezca a proveedores extranjeros implicaría pérdida de empleo, menor actividad y mayor dependencia. Para el sector energético, limitar la competencia por origen podría restar competitividad y poner en riesgo la rentabilidad de los futuros proyectos.

En un contexto donde el país apuesta a consolidarse como exportador de energía, el debate sobre costos, competitividad y producción local vuelve a tensar la relación entre industria y Estado. En medio de estas contradicciones están los 400 empleados que podrían sumarse a la lista de despedidos de este año, que empieza a escalar a niveles preocupantes.

“El tema de la licitación y sus pormenores están todavía por resolverse, los plazos se extendieron dos semanas más”, recordó Villa, respecto a la compra de los tubos. Ante esto, los trabajadores “planteamos claramente que no estamos de acuerdo con el cierre de la planta, realizamos asambleas y estamos en comunicación tanto con la Comisión Directiva de la seccional Avellaneda de la UOM y el secretariado general”.

Incluso, aseguró Villa, “en estos días vamos a tener reuniones para ver los pasos a seguir, partiendo de la base que los compañeros están dispuestos a ponerse a la cabeza de la lucha en defensa de los puestos de trabajo y para sostener el funcionamiento de la planta”. “Los trabajadores estamos firmes, dispuestos a dar la lucha que sea necesaria”, insistió el delegado.

El Grupo Techint es líder de las empresas del acero en la región, alertó recientemente sobre las asimetrías que produce la política económica y reclamó coordinación de medidas de protección a las cadenas de valor regionales. La estructura de producción siderúrgica en el país está sumamente concentrada en dos grandes grupos económicos globales: Arcelor-Mittal (Acindar) es el segundo productor mundial de acero, mientras que el Grupo Techint (Ternium y Tenaris) ocupa el 25 lugar entre los 50 mayores productores mundiales.

En los últimos años, ambos han sido desplazados de puestos superiores por el avance de las corporaciones chinas, que a la vez, han profundizado su expansión exportadora ante la caída en el consumo en ese país. En el mundo siderúrgico, empresas y sindicatos vienen manifestando preocupación por la sobre producción de acero al menos desde hace una década, especialmente en América Latina.

Sobre los tubos chinos, aseguran que los superan en calidad pero por entre un 10 y un 25 por ciento más caros. La advertencia ya fue transmitida a despachos oficiales. Según fuentes del sector, Rocca considera “una decisión drástica” si un proyecto argentino orientado a la exportación prescinde de la producción nacional y opta por proveedores extranjeros.

La compra de los caños forma parte del proceso encabezado por el Vehículo de Proyecto Único San Matías Pipeline, presentado al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Compiten fabricantes de China, India, España, México, Colombia, Japón, Grecia y Turquía. La adjudicación será para el consorcio Southern Energy (SESA), integrado por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG, y se definirá exclusivamente por precio y competitividad.

La tensión escaló en noviembre, cuando llegaron a Río Negro 5 mil toneladas de caños chinos revestidos de concreto para tramos onshore y offshore vinculados al sistema del gasoducto San Martín. Ese embarque encendió alarmas en Techint, cuyos precios —según distintas fuentes— se ubican entre un 10 y un 25 por ciento por encima de los valores internacionales.

La empresa argumenta mayor calidad, mientras que en el sector energético señalan que los costos diferenciales pueden comprometer proyectos cuyo margen de rentabilidad es extremadamente bajo.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias