Por: Federico Cedarri
El peronismo debate por estas horas en interminables conciliábulos la conducción de sus bloques políticos en la Legislatura bonaerense y nuevamente el kicillofismo parece quedar relegado ante el lazo indisoluble de La Cámpora, el insaurraldismo y massismo. De hecho, en la Cámara Baja provincial las autoridades del Cuerpo fueron impuestas por esa tríada, el insaurraldista Alejandro Dichiara comandará los destinos durante el 2026 y el massista Alexis Guerrera volverá a sentarse en el principal sillón durante el año electoral.
Sobre comienzos de diciembre cuando imperaba la rosca en lo que concernía al tratamiento del endeudamiento se puso sobre la mesa la cuestión de las autoridades de la Cámara de Diputados, entonces un avezado legislador massista muy considerado entre sus pares advirtió que si el Gobernador quería imponer su candidato se llevaría cabo una votación interna y quién tuviese más manos levantadas se quedaría con la presidencia.
Kicillof apenas maneja un puñado de legisladores en franca desventaja con la tríada. Como muestra basta un botón: el intendente de Almirante Brown Mariano Cascalllares, unos de los activos negociadores en representación del Ejecutivo por el endeudamiento, se quedó apenas con la Vicepresidencia Tercera del Cuerpo.
En lo que respecta fundamentalmente a la conducción del bloque en la Cámara Baja seguiría manejado por La Cámpora con Facundo Tignanelli: en algún momento cobró fuerza la figura de la quilmeña Mayra Mendoza que dejó la intendencia para desembarcar en el Parlamento pero luego esa posibilidad fue desvaneciéndose. “Se queda Facu”, fue la lacónica respuesta a PDS de parte de una fuente peronista que recorre asiduamente los pasillos de la Cámara Baja provincial.
Por otra parte, donde más intrincada esta la situación es en el ámbito del Senado bonaerense. Desde la ida de la cristinista Teresa García a la Cámara Baja nacional aún no hay definiciones respecto a quién conducirá el bloque oficialista en la Cámara Alta. Las reuniones se suceden y la rosca se profundiza pero hasta el momento no hay un nombre que logre imponerse por consenso.
El otro importante cargo por discernir dentro de las filas del oficialismo es la Vicepresidencia Primera del Cuerpo: su importancia radica que es el tercer escalón en la línea sucesoria. Según lo que pudo recabar PDS habría dos nombres que estarían pulseando por quedarse con la conducción del bloque que pasará a llamarse Fuerza Patria con esta nueva composición legislativa: Malena Galmarini y el ex alcalde de José C Paz Mario Ishii.
Un versión con tintes salomónica comienza a tejerse en los círculos del peronismo legislativo, la tigrense podría quedarse con el manejo del bloque y el hombre del poncho recalar en la Vicepresidencia Primera de la Cámara: aún son todas especulaciones y mucha agua deberá correr debajo del puente.
La camporista Fernanda Raverta recalaría en algunas de las Vicepresidencias de la Cámara Alta provincial: el peronismo quiere quedarse con la Vicepresidencia Segunda y relegar a los libertarios a la Vicepresidencia Tercera. Lo cierto es que el tiempo apremia y la definición de las autoridades del bloque oficialista debería estar resuelta la semana entrante, como asimismo quiénes ocuparán las Vicepresidencia Primera y Segunda en representación del oficialismo.
En la oposición está todo más claro, el parejista Carlos Curestis comandará a los libertarios; el ex alcalde de Junín Pablo Petrecca al PRO; Sergio Vargas a los dialoguistas; María Emilia Subiza conducirá el flamente espacio Hechos; y las radicales Natalia Quintana y Nerina Neumannn tendrán en principio monobloques propios.