Mimí Di Gianni asumió una banca en el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora y forma parte del bloque de Fuerza Patria. Con una larga trayectoria como militante y dirignete sindical, propone una agenda centrada en Derechos Humanos humanos y demandas gemiales, anticipó a Política del Sur.

Es militante peronista, trabajadora municipal y secretaria adjunta del STMLZ, estuvo detenida durante la dictadura y es presidenta de la Mesa del Ex Pozo de Banfield. “Desde el gremio, entendimos que (el nuevo rol) era un espacio de poder en función de consolidar de alguna manera una política que venimos desarrollando y que yo en lo personal, como militante, vengo desarrollando”, sostuvo. "Nosotros no pedimos este espacio, fue un ofrecimiento al gremio a través de mi persona porque también ahí se concentran otros aspectos de mi militancia”, apuntó. 

“En la jura auné la memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos y la eterna lucha por la dignidad de los trabajadores municipales”, precisó, al tiempo que señaló que en esa sintonía se desarrolla la agenda. “Tengo cosas pensadas, habrá que encontrar los tiempos, el espacio de negociación, de construcción, para que eso se transforme no solo en un pedido individual, sino consensuado con otros sectores y deje de ser un reclamo para transformarse en un hecho”, planteó. 

En este marco, precisó: “Iremos avanzando en ese sentido desde lo que es el espacio gremial y también, porque el año que viene son los 50 años del golpe. Así que también hay aspectos de los derechos humanos que hay que poner en valor, hay que desarrollar políticas que obviamente pongan en el centro de la agenda también este tema”. “Hay que dar la discusión acerca de cuestiones que tengan que ver con una caja de resonancias de lo que son las necesidades de los sectores populares de Loma de Zamora, entre los que nos incluimos los municipales. Lo que planteaba es la necesidad de volver a representar.  Hay reclamos en nuestros sectores populares y en nuestros trabajadores, que tenemos que ir encontrando los mecanismos para que se vehiculicen en los mejores términos posibles”, amplió.

Con respecto a la diferencia entre las elecciones legislativas de septiembre y octubre, sostuvo que “lo que está roto es justamente el vínculo de ‘alguien me puede representar’". "En las elecciones del 2023, yo decía que hay que hacernos millones de preguntas, pero una de las preguntas centrales es si esa respuesta, incluso de los sectores populares, no fue de alguna manera el espejo de los que hasta ese momento no se sintieron representados”, analizó. “Entonces, aspiraron a sentirse representados. Más tarde o más temprano, en las elecciones de septiembre en provincia de Buenos Aires, se demostró que no se sintieron representados. Pero con la gran billetera del Tío Sam y con una población que en general está muy escaldada por la inflación, por el caos, eso hizo retroceder esa posición de repudio a los derechos perdidos”, planteó también.

En esa línea, remarcó: “Tendremos que encontrar, con recursos limitados, yo creo que la respuesta sigue siendo la organización y la participación popular. Porque cuando los recursos son limitados, cada vez más, si se consiguen los materiales para hacer determinada cosa, pero no hay guita para poner la mano de obra, si uno tiene una comunidad organizada, un barrio que participa, la mano de obra puede salir del barrio”. “Yo he sido parte de experiencias de esas características, desde mi juventud en adelante. Yo creo que es posible, pero para eso tenemos que estar en directa relación con los compañeros y las compañeras de los barrios, y en mi caso también del gremio, y poder encontrarle los mecanismos”, sumó.