De cara a la jura de Carlos Presti al frente de Defensa, hasta hoy jefe del Estado Mayor General del Ejército, el dirigente del radicalismo bonaerense Fabrio Abraham, advirtió que deberá dar respuestas por los reclamos de las Fuerzas Armadas, ya que estará del otro lado del mostrador.

Presti será el primer militar en ocupar este cargo desde la vuelta a la democracia, cosa que genera malestar y desconcierto en las agrupaciones de derechos humanos y algunos sectores de la oposición.

Política del Sur conversó al respecto con Abraham, quien señaló que “es más una disputa sobre el control de las Fuerzas Armadas, la llegada y la relación de las FF.AA. con su vicepresidenta (Victoria Villarruel), uien sí tiene una llegada directa, que se reúne permanentemente, visita regimientos, unidades militares”.

“No hago un juzgamiento por lo que por lo general juzgan los demás porque es un militar, no tiene nada de malo que sea un militar, porque ya ha habido militares en toda la historia, es una persona más. Segundo, que el papá haya sido un represor, no se puede juzgar al hijo por lo que fue el padre. Pero sí, veo un inconveniente en cuanto a que sea un militar, que es por otro lado la cuestión”, explicó.

Y señaló que “hasta ahora hay reclamos militares que se vienen haciendo y que Presti encabezaba de alguna manera" pero "al pasar a ser ministro de Defensa, pasa a estar del otro lado del mostrador, porque es un representante del Gobierno ante las FF.AA". "¿Va a seguir reclamando por la libertad de los que están presos por lesa humanidad? ¿Va a seguir reclamando por el salario de los militares?", preguntó, y aclaró que "tiene que dar respuestas ahora desde un lugar político”. 

“Ahí veo un inconveniente y que de alguna manera se partidiza a las FF.AA. y eso no está bueno. No es lo mejor que podría pasar, yo prefiero unas FF.AA. profesionales, abocadas a lo suyo, y por supuesto, como todo organismo, haciendo los reclamos necesarios y el poder político dándole respuestas”, dijo.

“Hoy un teniente, que son los primeros escalafones de la oficialidad, ni hablamos de los suboficiales, no está llegando al $1.000.000. Recién superan eso un capitán, un mayor, ya de casi 20 años en la fuerza. Los cuadros más bajos no están conformes. Porque ven un gasto excesivo para congratularse con los generales y ellos están pasando mal. Entre soldados, suboficiales y oficiales, el 80% de las FFAA está bajo la línea de pobreza”, precisó. “Si sumamos que no está habiendo plata para preparación, para hacer cursos, todo eso genera un malestar más allá de que el presidente intente congratularse a través del nombramiento de Presti con los militares”, agregó Abraham. 

En ese sentido, planteó que “hay que reformular la cuestión de Defensa". "Normalmente es el Congreso y el Poder Ejecutivo quien dispone las hipótesis de conflicto y preparás a las fuerzas en base a esa hipótesis de conflicto. ¿Presti está capacitado para analizar las hipótesis de conflicto? Todas esas preguntas se las tendrían que estar haciendo fundamentalmente los nuevos diputados que asumen en la Comisión de Defensa”, mencionó.

Reordenamiento radical

Por otro lado, hizo una análisis sobre el radicalismo y los diputados que asumen bancas. “El radicalismo está prácticamente sin rumbo. En nuestro partido cada dirigente hace lo que quiere. En algunos casos, en la provincia de Buenos Aires se congratulan con (Axel) Kicillof para recibir algunos cargos en la provincia. Cada uno está haciendo lo que le conviene y no lo que corresponde”, planteó.

“Se está generando dentro de la Unión Cívica Radical un movimiento totalmente diferente a nivel nacional, vamos a tener un encuentro este fin de semana en el Comité Capital. Vienen de varias provincias y nos vamos a juntar y tratar de generar un espacio de opinión con cierta independencia y volviendo a los principios del partido. Unos principios nacionales, socialdemócratas, volviendo a pensar qué propuesta le podemos hacer a la sociedad. Más allá de las estructuras formales del radicalismo que creemos que están destrozadas y hoy no representan a nadie”, subrayó el dirigente.

Y cuestionó que “la UCR entró en caída libre a partir de la alianza con el PRO en el 2015". "Nosotros cedimos al PRO la discusión, los temas nacionales y los temas provinciales. Dejamos de opinar. Y nos convertimos en un partido casi vecinal, aunque la estructura sea nacional. ¿Qué piensa la UCR sobre la educación pública? Hay que defenderla, bien. ¿De qué manera? ¿Qué pensamos de las relaciones internacionales? No tenemos opinión de nada”, consideró.

Del mismo modo, lamentó que “han surgido dirigentes que siempre ponderan la juventud, pero un conjunto de dirigentes como el Comité de Contingencia de la provincia de Buenos Aires, que no opina de nada, está solamente para negociar los cuatro carguitos que le corresponden a la oposición". "Eso nos distancia de la gente y los resultados están a la vista. No podemos remontar un 2%, que es de esos militantes que participamos dentro del partido pero la sociedad no nos ve porque no opinamos de nada”, alertó.

“Yo voté en blanco, yo no me siento identificado por ninguna fuerza y tengo una negación personal a votar el mal menor, porque después me termino arrepintiendo. La verdad que en estas circunstancias no me encuentro con ganas de votar a nadie. Me parece que está pasando un poco eso. Es ese voto que no siente que alguien lo representa”, sostuvo. “Yo creo que hay un 25% que se puede sentir identificado con algunas propuestas radicales. Pero hay un problema, la Unión Cívica Radical hoy no le está dando una opción. No le está diciendo pensamos esto, creemos que este es el camino, no le está diciendo nada. Entonces, esa gente o elige otras opciones o se queda en su casa y no vota”, remarcó.

En consonancia con esto, afirmó que “el líder es el que lleva ideas o la representatividad del partido, de lo que piensa lo que el partido en determinados temas” y que dentro del partido hay muchos dirigentes que “no tienen ni idea”. “La gente no nos tiene en el GPS. No dicen ‘mirá qué interesante lo que piensan los radicales’. Para competir electoralmente hace falta un líder que nos represente, que represente esos valores. Pero en el mientras tanto, el partido tendría que tener un conjunto de ideas para exponer a la sociedad”, completó.

“Lamentablemente, la política dejó de ser un espacio de discusión de ideas, de ver cómo le mejoras la calidad de vida a la gente, o cómo históricamente representó el radicalismo, la movilidad social ascendente, el hijo del inmigrante, que era el estudiante, el tipo que progresaba en la vida. Todo eso no hay quien lo represente y, por supuesto mi partido que fue el que representó desde hace 100 años esas ideas, hoy no está ni en el GPS porque la dirigencia es un cachivache”, concluyó.