lunes 01 de diciembre de 2025 - Edición Nº2553

Gremiales | 2 dic 2025

NO SE SALVA NI EL MANTECOL

Georgalos lanza un plan de suspensiones y crece la tensión por la crisis industrial

La empresa, que este año intentó un plan de flexibilización laboral, anunció que 300 operarios de la planta de Victoria serán suspendidos en tandas de 80, por la caída del consumo y la apertura de las importaciones. El caso es uno de los ejemplos de la grave situación que vive el sector manufacturero, con miles de cierres y despidos.


Por: Diego Lanese

Desde esta semana, la empresa Georgalos inició un plan de suspensiones masivas, que incluirán a sus 300 operarios de la planta ubicada en la localidad bonaerense de Victoria. En medio de una importante crisis económica, que incluye caída en las ventas y la apertura de las importaciones, se comenzó con este nuevo ajuste, que cuenta con el aval del sindicato de la alimentación, pero es cuestionado por la Comisión Interna de la firma.

Este año, el productor del tradicional postre Mantecol inició un proceso de flexibilización, según denuncian los trabajadores, que fue resistido por un paro, lo que generó el despido de cinco activistas sindicales, que siguen luchando en la justicia para su reinstalación.

En medio de esto, el plan de suspensiones genera más incertidumbre, y los delegados rechazan los argumentos patronal es para dar tal paso. Es que la firma apunta contar la importación de productos alimenticios de Brasil como uno de los principales problemas a la hora de hablar de ventas y su desplome.

Pero los empleados niegan la crisis, y afirman que el artilugio presentado ante el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) “es falso”, ya que este mismo año Georgalos anunció inversiones millonarias, y sus números no están “en rojo” como aseguran. El caso es uno de los ejemplos de la crisis industrial que vive el país, que generó la destrucción de más de 55 mil puestos laborales, según demuestra un reciente informe que toma datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).

Las suspensiones en Georgalos, informaron desde la Junta Interna de la empresa, se acordaron con la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA), pero rechazado por los propios operarios. “La empresa alega baja en las ventas pero al mismo tiempo está invirtiendo en su planta de Córdoba 25 millones de dólares”, dijeron los delegados, que recordaron que las suspensiones alcanzan a todos sus trabajadores en tandas de 15 días, con una reducción salarial cercana al 25 por ciento durante ese período. Serán 80 empleados por tanda.

Según le confirmó a Política del Sur el delegado Maximiliano Montero, el acuerdo firmado con el STIA “fue rechazado en asamblea por los empleados”, y se hizo bajo un artículo del Convenio Colectivo de Trabajo, el 223 bis, que permite bajo circunstancias de “fuerza mayor” aplicar las suspensiones.

El acta de suspensiones, dijeron los delegados, fue firmada “sólo por directivos del STIA y  fue rechazada por la Comisión Interna y los trabajadores en asamblea, pero ya rige, incuso antes de ser homologada por el Ministerio de Trabajo. “Esta situación que plantea Georgalos, que plantea como crisis, para nosotros es falsa, porque vine teniendo mucha rentabilidad”, dijo Montero, que usó como ejemplo la inversión que se anunció en varias de sus plantas, lo mismo que la publicidad que pone en eventos de primer nivel.

Así, la empresa dice sentirse obligada a tomar la medida, algo que aceptó el gremio que lidera Sergio Escalante, mientras los delegados lo rechazan. “No hay crisis, lo que quiere es mantener su ganancia, al aplicar estas suspensiones basado en un artículo del convenio colectivo que en STIA permite, se redujo un 20 por ciento los salarios además de no pagar las cargas horarias”.

Además, Montero recordó que “la Comisión Interna somos la representación primaria de los trabajadores de la planta Victoria, donde se comenzó el plan de suspensiones”. Ante esto, hay “estado de alerta” y la semana que viene se van a realizar medidas para revertir el plan de ajuste. “Si dejamos pasar esto, Georgalos sienta un precedente”, recalcó. No es la primera vez que el gremio y los referentes sindicales locales tienen diferencias.

En la pelea por los despidos, la Comisión Interna sigue reclamando la intervención del STIA. “Llevamos seis meses de lucha contra el plan flexibilizador que empezó en el sector chocolates, por el cual hubo cinco despidos”, contó Montero sobre el otro conflicto que llevan adelante.

Así, el referente explicó que “a partir de eso comenzamos una pelea muy grande, en defensa del derecho a huelga, fuimos a la justicia laboral y logramos que tres compañeros sean reinstalados”. En medio de esto, se comunicaron las suspensiones, bajo el argumento de “la baja de ventas y la apertura de las importaciones en Brasil”.

El caso de Georgalos es uno de los más notables de la crisis industrial, y muestra que pese a los dichos del gobierno, que afirman que lo peor ya pasó, la situación económica tiende a empeorar. Datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) dan cuenta del cierre de 19.164 empresas desde que asumió el gobierno de Javier Milei hasta agosto de este año.

Son alrededor de 30 empresas que bajan sus persianas cada día en forma persistente durante casi dos años. De ese total, 1974 corresponden al sector manufacturero. La información, compilada por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), no incluye la última oleada de cierres que recrudeció esta semana y tuvo como exponente principal a la planta que la empresa Whirlpool tiene en la localidad de Fátima, Pilar, que abrió hace apenas tres años en un anuncio con bombos y platillos que incluyó la creación de 300 puestos de trabajo.

Para la empresa la decisión fue resultado de “una fuerte caída en las ventas y el incremento de importaciones”. Un operario despedido explicó que “nos dijeron que es más barato traer el producto de afuera y venderlo”.  Los cierres de empresas hasta agosto de este año fueron acompañados por la destrucción de 276.624 puestos de trabajo registrado de los cuales 55.941 corresponden al sector industrial.

Se trata de una contracción equivalente al 4,6 por ciento en apenas 21 meses. La crisis la están pagando los trabajadores con salarios a la baja y miles de despidos. Las empresas, por su lado, promueven reconversiones que, cuando no implican un giro hacia la especulación financiera, en general, apuntan al reemplazo de la producción local por la importación.

La estadística de la SRT, con cierre en agosto de 2025, tampoco contabiliza el cierre de la autopartista DANA en San Luis, ni el de la planta de YPF en Concepción del Uruguay, que afectó a 60 trabajadores. Tampoco el de tres de las plantas de la avícola Granja Tres Arroyos, ni el de la textil Sueño Fueguino, la planta de tratamiento de residuos ID, una de las plantas que la fábrica de rodamientos SKF tenía en Tortuguitas ni la presentación de quiebra de Acerías Berisso, la que se dispone a cerrar sus puertas en los próximos días.

No aparece en el número de la SRT el cierre de la fábrica de muebles Color Living, de Pacheco, que dejó en la calle a 40 trabajadores. Así las cosas, el fenómeno de los cierres de empresas en general y del sector industrial en particular, lejos de encontrar un piso, parece ir camino a una aceleración.

Así lo anunciaron, entre otras, Whirlpool y SKF. Idéntica decisión tomó la fábrica de calzado Viamo que cerró decenas de locales y se convirtió en una distribuidora de zapatos y carteras importadas de Brasil. Es también lo que denuncian los trabajadores del neumático que, a través del SUTNA, reclaman una regulación de las importaciones que llevan adelante las patronales de Pirelli y Bridgestone desde sus filiales en otros países de la región.

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