La diputada provincial Soledad Alonso, secretaria Adjunta del Sindicato de las y los trabajadores de la Seguridad Social (SECASFPI), cuestionó el proyecto de reforma previsional impulsado por el Gobierno nacional y advirtió que forma parte del ajuste exigido por el Fondo Monetario Internacional. “Es el otro gran ajuste que Javier Milei prepara”, sostuvo. Si bien en estos días la reforma laboral se llevó todos los flashes de la atención mediática, el oficialismo dejó en claro que en esta etapa buscará los tres aspectos de las transformaciones: laboral, previsional e impositivo.
Mientras el Ejecutivo busca cumplir con los compromisos asumidos con la organización internacional, la propuesta oficial eleva la edad jubilatoria hasta los 70 años, aumenta los años de aportes de 30 a 35, elimina las moratorias y reinstala un sistema mixto, devolviendo a los privados el manejo de los aportes, en un esquema similar al de las antiguas AFJP.
El presidente le prometió al Fondo Monetario avanzar en una reforma jubilatoria para seguir apuntalando el ancla fiscal del programa económico. El acuerdo con el Fondo estipulaba compromisos a cumplir por parte de la Argentina con relación a la implementación de reformas estructurales vinculadas a políticas sociales, como el actual régimen jubilatorio. Una vez concluidos los comicios, la apertura de la discusión legislativa es inminente.
“Esta reforma es una transformación regresiva del sistema jubilatorio. Detrás del discurso de la modernización hay un ajuste que convierte derechos en un negocio para pocos”, afirmó Alonso. La legisladora de extracción sindical recordó que el esquema propuesto reproduce el modelo privatizador de los años 90, cuando miles de trabajadores fueron empujados al retiro anticipado y al desempleo formal.
“Intentaron emprender, pero sin plata para consumo se fundieron. También les subieron la edad jubilatoria y los aportes requeridos. Así nacieron las primeras moratorias: no como un privilegio, sino como una reparación frente al abandono que provocó el neoliberalismo”, explicó.
Según advirtió, con este nuevo proyecto 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres quedarían excluidos del derecho a jubilarse, ya que también se elimina el reconocimiento de las tareas de cuidado. Además, el aumento de la edad y los años de aportes profundiza el taponamiento generacional, dificultando el ingreso de jóvenes al trabajo formal.
El panorama actual de los jubilados ya es crítico. Desde la asunción de Javier Milei, perdieron cerca del 45 por ciento de su poder adquisitivo, en un contexto de vetos a los aumentos y un bono congelado. Las jubilaciones mínimas ya no alcanzan para cubrir los gastos básicos, y el nuevo proyecto profundiza ese deterioro.
De aprobarse, los haberes más bajos se equipararían a valores cercanos a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), reduciendo la mediana de ingresos y debilitando el carácter solidario del sistema. “Esta reforma va a traer consecuencias directas sobre millones de trabajadores y trabajadoras. Defender las jubilaciones es defender el futuro del país, nuestro futuro”, concluyó Alonso.
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