La conformación del nuevo triunvirato de la CGT trajo algunas novedades, aunque una primera mirada no termina de encontrar una renovación profunda. Es que los principales grupos internos sostienen el poder, y pusieron dirigentes de larga trayectoria, salvo Cristina Jerónimo, el nuevo co-titular que representa la nueva generación. Pero la mirada profunda respecto de la comisión directiva encuentra varios cambios, con ganadores y perdedores. Uno de los cambios es la vuelta del gremio de los peones rurales a la estructura interna. UATRE asumirá la Secretaría de Protección a la Niñez, a través de su titular José Voytenco, a quien acompañado Natalia Sánchez Jáuregui.
“Después de muchos años, la UATRE vuelve a estar en la CGT y a formar parte del Consejo Directivo. Esto es muy importante en un contexto complejo para el país y para los trabajadores en particular”, dijo Sánchez Jáuregui en una entrevista radial. Además, explicó que el congreso contó con más de 2.100 congresales y 200 gremios representados a nivel nacional, y que la unidad sindical fue posible luego de un largo proceso de diálogo. “La CGT viene trabajando hace tiempo para consolidar la unidad del movimiento obrero, y ayer se logró, con una renovación importante en los cuadros dirigenciales y una mirada hacia los nuevos desafíos del mundo laboral.”
“Cada secretaría tiene representación femenina y masculina, y me toca acompañarlo en esta gran responsabilidad. Cumplimos un año al frente de la Secretaría de Organización de la UATRE a nivel nacional, y seguimos fortaleciendo un gremio que en dos años cumplirá 80 años de historia”, dijo. Durante la entrevista, la dirigente también analizó la difícil situación socioeconómica de los trabajadores rurales y urbanos, marcada por la informalidad laboral, los bajos salarios y la inflación. “Hay provincias donde ni siquiera se pueden realizar inspecciones laborales. Los salarios no alcanzan la canasta básica y las paritarias quedan por detrás de los aumentos de precios. Es fundamental que la CGT discuta el salario mínimo vital y móvil, y que ese piso esté por encima de la canasta básica para que una familia pueda vivir dignamente.”
En tanto, el máximo referente de los mercantiles Armando Cavalieri mantuvo una secretaria, pero no la ocupará personalmente. El secretario general del Centro Empleados de Comercio de General Pico y Zona Norte, Daniel Lovera, fue designado secretario de Relaciones Institucionales de la CCGT a nivel nacional —cargo que compartirá con Romina Santana—, en el marco del congreso realizado en el estadio Obras Sanitarias. El dirigente será el encargado de articular el vínculo con el Gobierno nacional, los gobernadores, el Congreso, otras instituciones y actores sociales.
Lovera, actual diputado provincial por el FreJuPa, cuenta con una extensa trayectoria sindical y política: conduce el gremio mercantil en el norte pampeano desde hace años, fue senador nacional y previamente ya había ocupado bancas en la Legislatura provincial. Su nombramiento representa un hecho de relevancia para el sindicalismo local, al integrarse por primera vez a un área estratégica dentro de la conducción nacional de la CGT.
Además del cargo que ocupará Lovera, el plenario definió las principales secretarías, entre ellas Interior (Héctor Daer), Relaciones Internacionales (Gerardo Martínez), Asuntos Legislativos (Norberto Di Próspero y Elena Ferreyra), Igualdad de Oportunidades (Luna Villar y Carla Gaudensi), y Prensa y Comunicación (Horacio Arreceygor y Susana Benítez), entre otras. La nueva conducción tendrá como desafío inmediato el seguimiento de la agenda laboral y las negociaciones vinculadas a iniciativas que pudieran afectar derechos laborales y convenios colectivos.
En tanto, dirigentes que ambicionaban un rol protagónico en la conducción gremial solo lograron retener sus secretarías y otros quedaron fuera del armado. Uno de ellos fue Juan Carlos Schmid, titular de la CATT, que especuló con integrar el triunvirato en una posición de alto perfil, pero se mantuvo en la misma secretaría que ostentaba previamente, sin avances en su influencia.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), bajo Abel Furlán, también pagó el costo de sus tropiezos internos: el escándalo en la seccional de CGT Rosario le costó la Secretaría del Interior, que recayó en Héctor Daer (Sanidad), uno de los artífices del acuerdo por el triunvirato. UOM tendrá a cargo la Secretaría Gremial de CGT, pero sin Furlán. En su lugar, el gremio industrial –uno de los más potentes del país– colocó a una segunda línea, Osvaldo Lobato, diluyendo su vuelo político y peso en la agenda negociadora de la central.
No fue distinto para el Sindicato de Mecánicos (SMATA), al mando de Ricardo Pignanelli, que descendió de la Secretaría Gremial –donde tenía cierta centralidad– a una simple vocalía en el Consejo, en un recorte que refleja el reordenamiento de fuerzas industriales a favor de otros actores como la Alimentación. Otra desilusión se llevó Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, que llegó al Congreso con expectativas de ocupar la Secretaría Gremial y solo pudo retener la Secretaría de Deportes, una de las carteras de menor relevancia en la estructura cegetista.
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