Las víctimas de V-lion Automotores, la concesionaria de Temperley acusada de múltiples estafas, reclaman la devolución del dinero que depositaron a cambio de un vehículo que nunca recibieron, mientras muchos de ellos atraviesan el peor momento de sus vidas.
Por ahora, el caso es investigado por la UFI 8 de Lomas de Zamora, que sigue recibiendo denuncias de familias que habrían invertido los ahorros de muchos años con el anhelo de cumplir "el sueño del auto propio". Sin embargo, se transformó en una pesadilla.
"Somos más de 80 las familias estafadas por esta agencia que jugó con nosotros", lamentó Natalia Castro, una de las damnificadas, que en diálogo con el programa radial Política del Sur contó su historia, y la de muchas otras personas que habrían sido afectadas por la misma empresa.
Según explicó, muchos de los damnificados no solamente perdieron su dinero, sino que también vendieron su auto para poder pagar la suma acordada con la agencia denunciada, como sucedió con ella.
"Pagué 8 millones de pesos y vení mi auto. Me quedé sin nada", aseguró la mujer, que reclama el reintegro de su depósito. Hasta ahora, las audiencias con los acusados no habrían llegado a ningún lado. "Seguimos con promesas incumplidas, más allá de algún tiempo de audiencia, pero no pagan nada. Cuando llega la fecha, no hacen la devolución del dinero", afirmó.
Natalia advirtió que además del perjuicio económico que sufrieron, muchas de las víctimas fueron afectadas en su salud. "Además del dinero, nadie nos va a devolver la salud que perdimos", indicó.
Ahora, según planteó, los acusados atienden de manera presencial en una agencia ubicada en el barrio porteño de Palermo, donde llevarían a cabo las mismas maniobras fraudulentas.
Los primeros casos, según consta en algunas denuncias, comenzaron a fines del 2024, cuando los clientes se reunieron con representantes de la empresa para comenzar las operaciones.
Cuando los clientes decidían la compra del auto a través de un plan de pagos, firmaban un convenio de reserva y les otorgaban un CBU para abonar la seña y comenzar también con el pago de cuotas.
Los afectados eran citados en la agencia ubicada avenida Yrigoyen y Garibaldi, en Temperley, donde cerraban el acuerdo, que más tarde derivaría en la presunta estafa.
Cómo parte de la investigación, la empresa fue allanada y fue clausurada. Sin embargo, desde la compañía aseguran que cerraron por "refacciones".