Las elecciones de octubre pasado dejaron a la vista la falta de compromiso por partre de una porción de la población y el trabajo que tienen por delante los partidos y alianzas para volver a encantar. Política del Sur conversó con Karina Gutierrez, concejal del bloque de Unión x la Patria en Lanús, quien consideró que la clave es el diálogo.
“Creo que la clave de todo es el diálogo. Cuando no hay debate, no hay diálogo con el pueblo, con los trabajadores, pasan estos baches de que la gente pierde credibilidad. Me parece que no todos los políticos son iguales”, sostuvo.
En ese sentido, y tras la derrota de Fuerza Patria a manos de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas nacionales en el territorio de la Provincia, destacó que “hay políticos que caminan la calle, hay secretarios generales que caminan los sectores de trabajo y eso se tiene que ver reflejado luego en las listas".
"También está encriptado el tema de la designación de los candidatos, la apertura tiene que ser hacia todos los sectores, todos los afiliados. Tenemos que profundizar la participación de las personas que sí están interesadas en la política y también de los que no están afiliados o no tienen una participación activa, que se reconstruye mediante el diálogo y en la calle. La pelea del pueblo siempre es en la calle, donde muchos dirigentes no estuvieron y hoy pagamos las consecuencias también”, agregó.
Asimismo, la también Secretaria de Relaciones Institicionales y Asuntos Legislativos de Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús (STML) se refirió a la actualidad de la CGT yconsideró que “más allá de los cargos, lo más importante es la unidad del pueblo trabajador". "En eso tenemos que trabajar, la CGT tiene que plantearse un programa de gobierno escuchando a los trabajadores, a cada gremio. Tenemos que volver a sacar un documento con un programa consolidado. Hoy el sujeto social del hombre trabajador, como nosotros lo conocimos, cambió radicalmente”, explicó.
“Tenemos que tener nuestro propio programa, no estar corriendo atrás todo el tiempo de lo que propone el gobierno o un sector político. Los presidentes pasan, los políticos pasan, la CGT es una institución histórica y no va a pasar nunca. La CGT no son solamente los que tienen cargos adentro. Somos todos los trabajadores de la Argentina y eso lo vamos a sostener siempre porque es nuestra herramienta de debate, de lucha, de trabajo, donde se discuten las políticas obreras. Y creo que hay que profundizar eso”, señaló.
En ese sentido, analizó las elecciones de la central sindical y planteó: “Con respecto a los cargos, yo siempre digo que no venimos por los cargos, venimos por la conducción de la CGT y de las organizaciones del peronismo. Para conducir al pueblo hace falta ser parte del pueblo, dialogar. Nosotros tenemos que pelear por los cargos de nuestros compañeros en los sectores del trabajo”. “La conducción siempre se elige de manera democrática, con listas de unidad o con participación interna. Hay que respetarla porque así nos formamos y así lo vamos a hacer cuando la CGT convoque a los trabajadores”, apuntó.
También se refirió al cupo de mujeres dentro de la CGT. “Todavía nos falta que esa paridad que se da en la calle, en la lucha, se refleje en los convenios colectivos, en los sindicatos, en la CGT, en el poder judicial, en los poderes ejecutivos, ni hablar de los cargos empresariales. Nos falta mucho camino por recorrer. Yo confío plenamente en que primero las mujeres nos tenemos que unir”, alertó.
“Confío mucho que las compañeras que hoy están dentro de CGT luchen por esa paridad que en la realidad es un hecho y falta legislar. Cuando las mujeres logremos esa unidad de concepción, no van a ponernos ni caras que no reconozcamos, ni dirigentes que no nos representen. Hay que hacer la autocrítica de decir vamos a unirnos. Yo celebro y felicito a todas las compañeras que hoy ocupan cargos, pero tener un cargo no es conducir. Espero que se pongan a conducir, que nos convoquen a todas y podamos trabajar en un programa específico del movimiento obrero”, subrayó.
En este escenario, consideró: “Cuando las mujeres se deciden a la lucha le ponen un ingrediente que es el amor por lo que hacemos, que nos diferencia muchas veces de la masculinidad. Las compañeras con conciencia gremial o con conciencia política, generalmente venimos de tener conciencia en nuestros hogares, de administrar nuestros hogares. En esta sociedad patriarcal todavía, las mujeres son las que predominan en todo lo que son cuidados de niños, de abuelos, economía doméstica. Esa realidad del pueblo reflejada en los lugares donde hay que tomar decisiones, suma un montón”.
“En el movimiento obrero somos todos hombres y mujeres de un mismo proyecto y en eso sí por ahí nos diferenciamos un poco de la política. No existe esa rivalidad. Es respetar una paridad que en los hechos se da continuamente. Entonces cuando llega el momento de los lugares también es lógico que se respete”, concluyó.