

Por: Federico Cedarri
La elección del 26 de octubre está a la vuelta de la esquina y los distintos actores políticos comienzan a preparar el terreno para la interpretación política que se le dará al resultado que emerga de las urnas.
En el peronismo bonaerense sellaron una tregua entre el kicillofismo, camporismo y massismo, que viene perdurando por la coyuntura electoral aunque, como explicó este medio, luego del 26 de octubre deberán resolverse distintas cuestiones pendientes en la Legislatura como endeudamiento, Presupuesto, Ley Fiscal y posiblemente eliminación de la normativa que pohibe las reelecciones indefinidas a alcaldes y legisladores.
En el Palacio de calle 6, manejan una tanda de sondeos que estarían reflejando una ventaja considerable de Fuerza Patria, la misma estaría en el marco de un dígito. En el peronismo bonaerense buscarán hacer hincapié, amparándose en lo que indicó el fallo de la Justica Electoral, en los resultados provinciales y en ese esquema el de Buenos Aires aparece a todas luces como el de mayor realce.
El gobernador Axel Kicillof participó de innumerables recorridas junto al candidato Jorge Taiana por el conurbano y el interior, también lo acompañó a la CGT y lo subió al palco en el acto por el 17 de octubre que se llevó adelante en San Vicente. Más allá de esto, los alcaldes que reportan cerca del gobernador creen que el triunfo del 7 de septiembre ya le dio el impulso político que necesitaba Kicillof para instalarse como el principal contrapeso al presidente Milei.
Cristina Kirchner tuvo la potestad casi absoluta en el armado de la lista de diputados nacionales por lo que si la diferencia con los libertarios no se replica como en septiembre todas las miradas recaerán en la ex presidenta. “Axel hizo bien todos los deberes, se sumó a la campaña, puso el cuerpo, pero la lista la armó Cristina”, explica sucintamente a PDS un legislador peronista que juega cerca del armado del gobernador.
Hay otro facto adicional que contribuiría a que la distancia con los libertarios no sea lo suficientemente amplia como en septiembre, esta vez no contará el arrastre de abajo hacia arriba que llevaron adelante los alcaldes, muchos ligados al kicillofismo poniéndose incluso al frente de sus boletas en carácter de testimonial.
No obstante, todas las encuestas a las que tuvo acceso este medio hablan de una diferencia que si bien no sería de la magnitud de la del 7 de septiembre le serviría al peronismo para nuevamente cantar victoria con comodidad en territorio bonaerense.
En el cristinismo la hipotética ventaja con los libertarios los desvela, aseguran que el mileísmo intentará mostrar un resultado ganancioso a nivela nacional: entienden en La Cámpora que una diferencia de dos dígitos garantizaría al peronismo una victoria ajustada en el plano nacional.
En el laboratorio libertario las cosas están un poco más resbaladizas, la interna no amaina y el parejismo ha perdido mucho predicamento luego de la derrota estrepitosa de septiembre.
Hoy el proselitismo está manejado con la impronta del PRO, en muchos actos que encabeza Diego Santilli volvieron a relucir los globos amarillos. "El Colo" se puso al hombro la alicaída campaña libertaria y tratará de que el votante amarillo que no fue a votar en septiembre concurra en esta ocasión aunque sea a regañadientes: “Apostamos al voto de miedo al kirchnerismo”, se sinceran cerca del candidato.
En rigor, la estrategia final libertaria pasa por polarizar al extremo con el peronismo buscado dejar de lado terceras opciones y esperanzados en que una mayor participación acorte la distancia en Buenos Aires.
El presidente Javier Milei mira de costado la campaña bonaerense, si bien estuvo en Tres de Febrero y Pergamino desestimó participar del acto de cierre en Ezeiza y prefirió ir a buscar votos a Córdoba y Santa Fe.
Operadores cercanos a la campaña libertaria le aseguran a PDS que luego de la confirmación de Santilli como primer candidato comenzaron a crecer tímidamente en los sondeos, aunque dan por hecho que el peronismo volverá a obtener una victoria. Sin embargo, la diferencia entre las dos fuerzas podría resultar determinante para el conteo nacional que es lo único que le importa mostrar a los libertarios la noche del 26 de octubre.
Las encuestas que manejan en el comando santillista marcan una ventaja de un dígito para Fuerza Patria, las más optimistas señalan alrededor de 6 puntos de ventaja para el PJ mientras que otras esgrimen unos 9 puntos de distancia. El cálculo que hacen es simple, si la diferencia con el peronismo es de un dígito es probable que LLA pueda exhibir una victoria apretada a nivel nacional, pero si el resultado se aproxima al de septiembre dejaría a los violetas rezagados también en resultado total y complicaría los planes para el día después.