

Por: Diego Lanese
Un reciente relevamiento realizado en el Parque Industrial de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, se anunció que sumados todos los conflictos de empresas en esa locación, ya son mil los trabajadores cesanteados.
En la mayoría de sus casos por empresas cerradas, como pasa en la firma Magnera, quien interrumpió la producción y cerró sus puertas. Magnera es una multinacional norteamericana dedica a la producción de materiales no tejidos y films. Provee insumos para fábricas de pañales y toallitas higiénicas, como las otras multinacionales P&G y Kimberly Clark. Tiene una facturación millonaria, pero en el último balance “incumplió las expectativas de ganancias”.
En este caso el cierre parece parte de una estrategia más allá del país, pero en la mayoría de los casos en Pilar y ben todo el país es otra, vinculada a la crisis laboral que genera el modelo libertario. Esto hizo que los datos son muy alarmantes: En los primeros seis meses del año se cerraron 20 empresas por día. Así lo determinó la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), para el primer semestre de 2025, que establecieron que cerraron 3.647 empresas con al menos un trabajador registrado, lo que representa una caída del 0,7 por ciento respecto de diciembre de 2024. Los rubros más castigados son los de transporte y almacenamiento, seguido de la industria manufacturera, un sector que las políticas “anti industriales” del gobierno libertario golpea especialmente.
La larga lista de firmas que bajan las persianas incluye grandes firmas, hasta pequeñas pymes, todas por igual afectadas por un contexto desfavorable para la producción nacional. El relevamiento de la dependencia oficial—que incluye únicamente a empresas formales y excluye las unipersonales e informales— refleja que al cierre de junio había 496.035 firmas registradas, frente a las 499.682 contabilizadas a fines del año pasado.
El sector más golpeado fue el de transporte y almacenamiento, que perdió 1.396 firmas en el período analizado, equivalente a una baja del 3,8 por ciento. Se trata de una de las ramas más sensibles a los costos de combustibles y peajes, y que en los últimos meses enfrentó una fuerte caída en la demanda de servicios logísticos.
En segundo lugar aparece la industria manufacturera, que registró 657 cierres (-1,4 por ciento). También se observaron retrocesos significativos en servicios inmobiliarios (-1.116 firmas, -4 por ciento), comercio (-546, -0,4 por ciento) y servicios de alojamiento y comida (-423, -1,7 por ciento).
La construcción, uno de los motores históricos de la economía, también evidenció un retroceso: entre diciembre y junio cerraron 218 empresas del rubro, lo que implica una caída del 1,1 por ciento en el número de empleadores registrados. En menor medida, se verificaron bajas en servicios profesionales, científicos y técnicos (-343), agricultura, ganadería, caza y pesca (-545), información y comunicaciones (-12), intermediación financiera y seguros (-5) y suministro de agua y gestión de residuos (-11).
En 7 meses de 2025 cerraron 5.867 empresas en el país
— Pablo J. López (@PabloJ_LopezOK) October 15, 2025
La destrucción productiva es el rasgo más preocupante del modelo de Milei. No sólo no hay nuevas inversiones, estamos en un ciclo de descapitalización inédito: sin inversión en infraestructura y con cierre continuo de empresas pic.twitter.com/fBiF1OGZUQ
A pesar del contexto general de retracción, analizó el relevamiento al que tuvo acceso Política del Sur, algunos sectores “mostraron un leve crecimiento en el número de empresas formales”. El mayor aumento se observó en servicios de asociaciones y servicios personales, que sumaron 1.146 firmas, un alza del 2,8 por ciento. También se destacaron los incrementos en actividades administrativas (+238 empresas, +2 por ciento), salud humana y servicios sociales (+145, +0,8 por ciento), enseñanza (+52, +0,6 por ciento), servicios artísticos, culturales y deportivos (+61, +0,8 por ciento), y administración pública (+17, +0,6 por ciento).
En cambio, sectores como el suministro de electricidad, gas y aire acondicionado prácticamente no tuvieron cambios, con apenas dos empresas más que en diciembre.
La comparación entre diciembre de 2024 y junio de 2025 muestra que la retracción en la cantidad de empresas formales se replicó en la mayoría de las jurisdicciones, aunque con distinta intensidad. La provincia de Buenos Aires continúa concentrando el mayor número de empleadores registrados, con 164.187 firmas, pero perdió 1.368 respecto del cierre del año anterior.
En segundo lugar se ubica la Ciudad de Buenos Aires, con 120.277 empresas, que también registró una caída de 718 unidades. Entre ambas jurisdicciones concentran más del 57 por ciento del total nacional. En el interior del país, las bajas más pronunciadas se observaron en Córdoba, que pasó de 50.096 a 49.934 empresas (-162); Santa Fe, de 49.375 a 48.912 (-463); Mendoza, de 21.094 a 20.785 (-309); y Entre Ríos, de 16.836 a 15.733 (-1.103). También hubo retrocesos en Misiones, que perdió 764 firmas; Chaco, con 495 menos; Salta, con 335 menos; y San Luis, con 26 menos.
Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, desde noviembre 2023 hasta julio 2025, se registró una sensible caída del entramado productivo y laboral:
— Centro CEPA (@ctroCEPA) October 15, 2025
» 18.083 empresas menos (-1.761 en julio).
» 236.139 puestos de trabajo registrados perdidos (-17.589 en julio). pic.twitter.com/47tyFxGdjO
Por el contrario, algunas provincias lograron mantener o incluso ampliar su cantidad de empresas formales. Formosa pasó de 3.272 a 3.233 (+39); Catamarca se mantuvo casi estable con 20 empresas más; y Neuquén registró un leve crecimiento, con 214 firmas adicionales. Asimismo, Tucumán incrementó su número de empleadores de 10.468 a 10.488 (+20), mientras que La Rioja subió de 2.464 a 2.616 (+152). En total, 17 de las 24 jurisdicciones mostraron un saldo negativo en la cantidad de empresas formales entre diciembre y junio, en línea con la tendencia general a nivel país.