

Por: Federico Cedarri
En la Legislatura bonaerense no hay señales de que el Ejecutivo ingrese en breve el Presupuesto y la Ley Fiscal. Se especula que junto a la Ley de leyes y a la Impositiva desembarcarán en el Parlamento un pedido de endeudamiento y la caducidad de las deudas municipales con la Provincia por los fondos Covid y de suma fija: se insistiría además con la prórroga de las emergencias provinciales hasta diciembre de 2026.
La principal incertidumbre que hoy domina el ámbito legislativo tiene que ver específicamente con conocer si el gobernador Axel Kicillof enviará todo el paquete para tratarse antes de recambio legislativo o jugará con la chance de que los expedientes se debatan en diciembre próximo cuando en el Senado, por donde se presume ingresarán en primera instancia los proyectos, ostente la mayoría simple y el quórum necesario.
Si bien el Ejecutivo debe negociar en ambas Cámaras legislativas para aprobar el capítulo que contiene el endeudamiento, el kicillofismo entiende que ante la dispersión en que quedará sumida la oposición a partir de diciembre próximo, se hará más sencillo pescar voluntades que acompañen. Sin embargo y pese a la expectativa creada, son varias las voces dentro del campamento oficialista que sostienen puertas adentro que la tranquilidad será la principal característica en el Palacio Legislativo por lo menos hasta terminado el proceso electoral.
También hay otras cuestiones que podrían tener incidencia en las futuras negociaciones por el Presupuesto y que tienen que ver fundamentalmente con la interna irresuelta del peronismo: el titular del PJ Máximo Kirchner anunció que convocará a elecciones partidarias para renovar autoridades en diciembre.
El kicillofismo esta vez no pretende ser un espectador de lujo, luego del triunfo de septiembre, y pretende que un alcalde de los que reportan en el Movimiento Derecho al Futuro pulseé por la titularidad partidaria. La Cámpora, en tanto, no se quedará quieta y buscará generar un operativo clamor para que Máximo Kirchner continúe otros cuatros años al frente del Partido justicialista provincial.
Lo cierto es que por el momento en los pasillos de la Legislatura bonaerense no se esperan novedades mayores del ingreso del Presupuesto y la Ley Fiscal, se presume que el Gobernador no enviaría en el corto plazo los expedientes al Senado.
En el ámbito del radicalismo abadista desesperan, suplican al mandatario que no dilate más la cuestión y envíe cuanto antes los expedientes para comenzar su análisis con la actual composición.
Vale recordar que el Ejecutivo pidió una prórroga para enviar el Presupuesto y la Ley Fiscal: lo debería haber hecho antes del 31 de agosto.
Fuentes centenarias deslizan ante este portal que el Gobernador se siente cómodo gestionando con un Presupuesto prorrogado como viene sucediendo desde que asumió su segundo mandato en diciembre de 2023: “De esa manera se manejan los recursos discrecionalmente al igual que lo hace Milei en el ámbito nacional”, despotrica una legisladora boina blanca.
En el PRO y el mileísmo opina en la misma dirección, además le confirman a PDS que hasta el momento no han existido contactos desde el Ejecutivo confirmando el envió inmediato del Presupuesto y la Ley Impositiva: “No ha habido llamados de ningún tipo”, se limitan a señalar.
Lo cierto es que luego del fracaso del tratamiento del proyecto de endeudamiento por el equivalente a 1045 millones de dólares acaecido hace unas semanas atrás en el Senado, es posible que el mandatario bonaerense no lleve adelante un nueva intentona e introduzca la autorización para la toma de financiamiento dentro del paquete que incluirá al Presupuesto y que todo indica que se enviaría para analizar en diciembre próximo.
Más allá de las dilaciones, el mandatario provincial sabe que deberá poner sobre la mesa de negociaciones para aprobar el endeudamiento los cargos para la oposición en organismos del Estado provincial como asimismo sillones en el Directorio del Banco Provincia y Grupo BAPRO. Sectores del propio oficialismo como La Cámpora y el massismo insistirán con que también se discutan los cuatro escaños vacantes en la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
Por el momento, Kicillof prefiere no mostrar el juego y cada vez adquiere más relevancia el trascendido de que tanto el Presupuesto como la Ley Fiscal harán pié en el Senado en diciembre próximo.